Buenos Aires está repleta de bares tradicionales que forman parte del cotidiano de sus vecinos y que son verdaderos tesoros de su identidad cultural. Sin embargo, muchos de ellos no son reconocidos y protegidos como tales.
En ese marco, la iniciativa llamada «Bar de viejes« ofrece una especie de lado B de los bares de Buenos Aires. Considera que estos lugares representan el vestigio de una cultura olvidada y en vías de desaparición, por lo que su intención es visibilizarlos y volver a habitarlos.
En esta oportunidad, BAR ABIERTO llega a Bahía Blanca con música, performance y poesía en vivo en el Café Miravalles (Av. Gral. D. Cerri 777).
Contara con la presencia de los y las poetas Alfonsina Brion, Mario Ortiz, Milton López y Diego Vdovichenko. Además, música por Javier Barrio e ilustra Juan Cerioni
Bar de viejes, de Instagram a un mapa interactivo para que los bares de toda la vida no cierren.
«El objetivo es armar una guía -por fuera de ‘lo notable’- que ponga a estos cafés otra vez en el radar, que ayude a que sean re-habitados y que los destaque por lo que son: un lugar de pertenencia con una sociabilidad que no se da en otro espacio, ni siquiera en un restaurante, y en un Starbucks, menos”, explicó la encargada del proyecto.
«Hablar de un bar es hablar de la historia de una sociedad».
La pandemia lo alteró todo. También, los planes de Bar de Viejes. El proyecto había recibido financiación del Ministerio de Cultura porteño para el armado de una página web y se había organizado un ciclo de encuentros en distintos cafés. Pero ni lo uno ni lo otro pudo hacerse.
“Durante el encierro, muchas personas reaccionaron con una hiperproducción de contenidos digitales: fotos, videos, transmisiones en vivo en redes sociales. Tomé la decisión de no subirme a ese tren. Los bares no estaban funcionando y no quise bombardear con imágenes imposibles, que sólo generaban ansiedad o se quedaban en lo evocativo”.
En cambio, la administradora de la cuenta se dedicó a avanzar con la construcción de la página y con la carga de datos del mapa interactivo, que desde fines de agosto de 2021 está online. “El mapa se recortó porque la ciudad cambió. Un 15% de los cafés que había relevado cerraron. Son alrededor de 100 bares de viejes menos”, dice. Y sobre lo que existía y perduró, hubo que sumar información nueva, antes impensada.
“Muchos bares que no tenían WhatsApp ni Instagram, de repente se abrieron una cuenta. Muchos que no tenían delivery ni take away, de repente tuvieron. Sumaron wifi. Una situación tan extrema como la pandemia los obligó a hacer en tiempo récord lo que no habían hecho en décadas”.