A raíz de la pandemia se estima que el consumo de redes sociales por parte de los jóvenes ha aumentado sustancialmente. Dentro de los sitios más visitados se encuentran Tik Tok, Instagram y Facebook. Según comenta el psicólogo, Martin Smud una exposición prolongada por parte de los adolescentes a estas redes puede causar graves problemas en su desarrollo personal, además de generar una peligrosa adicción y otros trastornos de salud mental.
«Es muy importante la salud mental, el uso excesivo de redes sociales y de múltiples pantallas trae problemas adictivos, de personalidad, hay claros indicios de problemáticas en la salud mental cuando hay uso excesivo».
Los peligros de generar una adicción a las redes sociales pueden incrementar los efectos negativos que se pueden dar con el consumo normal de estos sitios, tales como problemas para dormir derivados de su uso excesivo, problemas relacionados con el autoestima al comparar la imagen propia con la del otro, e inclusive, el desarrollo de depresión a causa de sentirse excluido o ignorado por su entorno digital.
Para el especialista, «el cuerpo en la virtualidad genera un debate enorme porque el cuerpo queda atrás de una pantalla, intermediado, alienado y distante del otro». Entonces, reconoce que «la única forma de relación se puede dar solamente de forma virtual, ya no se trata de la identidad de nuestro DNI o de autopercepción y genera efectos rarísimos donde uno no se relaciona con otro, si no con un perfil».
Si el o la adolescente quiere tener redes sociales es un foco de conflicto, de acuerdo a Smud. “Lo que es interesante de pensar es que hay distintas redes sociales. Y hay redes sociales que se llaman generacionales: por ejemplo, los padres en Facebook, los adolescentes en Instagram y les chiques en Tik Tok. Después, seguramente hay intercambio, pero básicamente las generaciones no se quieren encontrar en las redes sociales. Si a un chico o un adolescente los padres le prohíben, eso genera desde un conflicto generacional hasta un conflicto familiar. También pasa que los padres conocen Facebook pero no conocen Tik Tok. Son todas muy distintas. Cada una de las redes aporta algo diferente a la subjetividad. Facebook es más bien algo de la escritura con imágenes, Instagram son imágenes con poca escritura, Tik Tok es para movimientos», ejemplifica Smud en una nota en Página12.
Trae a colación un caso que da cuenta de cómo funcionan las redes en el psiquismo: un paciente adolescente llegó con una problemática de que no sabía leer. Cuando el analista le dijo “Lee este libro”, el joven le comentó que no sabe leer en libros. “Pero ponémelo en la pantalla y vas a ver que lo leo”, agregó. “Hay algo que se está dando: los adultos son analfabetos digitales y los niños, niñas y adolescentes son analfabetos analógicos«, comenta Smud.