Liberaron a Mario, el vecino de Miramar que había sido detenido durante el desalojo dictado por el ejecutivo municipal. Bajo la carátula de desobediencia, Mario pasó la noche del miércoles en el calabozo de la Fiscalía. Una vez liberado se dirigió al palacio municpal para reunirse con algún funcionario y obtener una solución. “no me dejaron mediar palabra con la municipalidad. El sub comisario de la DDI lo único que hizo fue derribarme, ponerme las esposas, me lastimo. Me resistí, no tenia que hacerlo pero vi a mi familia sola con ellos y no quería dejarlos. Pedí por favor que me dejarán con mi familia que yo me iba pero a la fuerza pública no le interesa eso. Me lastimaron todos los brazos, me fracturaron un dedo. ¿Mi mano era lo único que servia para trabajar, como le doy de comer a mis hijos ahora? Este no es el procedimiento para sacar a alguien. No me dejaron ni mediar palabra, venían para un allanamiento, entran, golpean, rompen y después hablan”.
No fue recibido por ningún funcionario municipal, pero lo dejaron pasar la noche en una pensión municipal: “El lugar donde nos mandaron no puedo vivir toda la vida ahí. Hay mucha humedad, mi hijo sufre de broncoespasmos. Yo no me puedo quejar porque tuve un techo ayer a la noche y pudimos descansar.