Luego de más de tres décadas de abandono, desde el Municipio manifestaron sus intenciones para rematar el histórico edificio ubicado en la esquina de Avenida Colón y Brown, donde antes funcionaba un centro de compras. ¿Con qué herramientas cuenta el Estado local para volver a darle vida a ese sitio?
Mario Minervino, ingeniero civil y periodista local, afirmó en comunicación con Radio Urbana que «es un edificio inventariado como bien patrimonial de la ciudad. Tiene la máxima valoración en este sentido, hay cerca de 200 edificios que deben cuidarse y preservarse como parte de nuestra historia: el Palacio Municipal, el Teatro, y luego hay muchas propiedades particulares que son situaciones más complejas. No es fácil tomar como patrimonio un bien privado, hay conflictos».
«Hoy el edificio se está cayendo a pedazos, y no es exagerado decirlo; se caen los revoques, tiene fisuras, tiene plantas por todos lados, las raíces siguen rompiendo cada vez más sus paredes» Mario Minervino.
En cuanto a la situación actual de propiedad del edificio, Minervino detalló que «los dueños no viven en Bahía Blanca, nunca se han interesado y lleva décadas desocupado. Los herederos son muchos, y están enfrentados entre sí sobre qué hacer con el edificio. Tienen además una deuda impositiva importante de más de $15 millones. Hoy hay una propuesta para hacer una torre encima. Se presentó el proyecto con una propuesta de compra a los dueños de $4 millones de dólares».
El ingeniero fue conciso sobre las posibilidades reales de lograr un remate del edificio: «Lo que Gay dice no es tan fácil de lograr. Ahora intimó a los propietarios a pagar la deuda, si no lo hacen se iniciará un juicio, y si todavía no se paga se puede llamar al remate. Una parte del remate cancelaría la deuda y la otra parte iría al dueño. Es un procedimiento habitual, pero si cuando se intima el propietario paga, se cancela la deuda. Si es el caso, se debería empezar por otro lado: por la cuestión de seguridad, por estar desocupado. Se le puede poner una importante tasa de desocupación para que termine debiendo más de lo que vale el edificio«.
¿Cuál su la historia? Minervino relató que «es un edificio protegido, tiene más de 100 años. Fue inaugurado como el hotel más lujoso de Sudamérica en 1909, aunque cerró a los 15 años de abierto. Tuvo continuidad porque lo fueron ocupando otros hoteles, como el Intercontinental o el Ocean. Ya en el ’70 había quedado obsoleto. Estuvo luego la Cooperativa Obrera como centro de compras del ’80 al ’90. Allí funcionaba como shopping ocupando todo el edificio, que luego abandonó por haber subido el alquiler».
«El paso de la Cooperativa Obrera eliminó todas las habitaciones para dejar plantas libres, por lo que el interior del edificio ya no es lo que era. Queda la fachada, muy atractiva e interesante, propia de la época» Mario Minervino.