Las últimas semanas, el Gobierno nacional tomó la decisión de liberar el precio del gas natural envasado. Desde ese momento, las empresas podrán elegir el precio de las garrafas sin condicionantes, y la Secretaría de Energía solo podrá sugerir precios de referencias. ¿Cuáles han sido las consecuencias en nuestra ciudad?
Mario Brandizzi, titular de YPF Artigas, empresa responsable de la distribución de garrafas en nuestra región, explicó que «el 18 de agosto, la Secretaría de Energía dispuso una liberación parcial de los precios, que dejaron de ser máximos de referencia y pasaron a ser solo de referencia. Hay una quita casi total de subsidios por parte del Estado nacional para la garrafa de 10kg que estaba subsidiada desde 2008. Toda esta liberación significó un aumento aproximado de los precios de un 40%. Por lo cual la garrafa retirada por los usuarios en portón pasó aproximadamente en Bahía Blanca de $7.500 a $10.500, un precio que no se actualizaba desde enero».
«El precio de la garrafa en Latinoamérica está entre los $12-15 USD, en Europa está más o menos en ese mismo rango. El valor de referencia que puso la Secretaría de Energía en la garrafa de 10kg son $13-15 USD» Mario Brandizzi.
En ese sentido, el distribuidor admitió que «si bien nominalmente suena fuerte, fue menos que la inflación acumulada del período: la garrafa con envió pasó de $11.500 a $15.500. Ese impacto significa entre un 35/40% dependiendo localidades y regiones, esos son los precios bahienses. Por su parte, los beneficiarios sociales tienen un descuento especial de $1.000 pesos menos, por lo que sale $14.500 con envió. Es un pequeño diferencial para las familias que más consumen, que son los hogares más vulnerables».
Aún así, cabe destacar que la suba del valor de la garrafa en el mes de enero fue aproximadamente del 200%, lo que significa que la inflación acumulada incluyendo ese dato termina siendo superior al del aumento del gas envasado.
Por último, Brandizzi detalló que «esta liberación representa una quita casi absoluta de los subsidios del Estado nacional. Se puso un precio máximo que paga el productor de gas, pero es el único que queda restringido. Cuando se libere esto último, el precio al consumidor subirá un 20% más. Ahora le tocó a la garrafa después de pasar por el gas y la luz. En este rubro pega mas fuerte por las carencias de quienes consumen, por eso el aumento es más controlado. Dentro de las malas noticias, este aumento no es tan desproporcionado; en otras regiones subió entre un 50/60% por los costos de envío y distribución».