En los últimos días, el Gobierno nacional anunció que a partir del 1° de enero de 2025 la receta electrónica pasa a ser la única modalidad vigente para la prescripción de medicamentos, según marca el decreto presidencial 345/2024. Por ello es importante recordar que esto no aplica en la Provincia de Buenos Aires, cuyo Ministerio de Salud no adhirió a la normativa antes mencionada.
Marina Etchehún, vocera del Colegio de Farmacéuticos de Bahía Blanca, explicó que «las provincias no tienen delegado al Gobierno nacional la gestión de la salud, por lo que cada una debe adherir a este decreto para que esté vigente. Y Buenos Aires, como ya tiene su propio sistema de receta electrónica desarrollado con anterioridad en la pandemia, no adhirió a esta normativa. Por lo tanto, no hemos tenido ningún cambio; sigue coexistiendo la receta electrónica con la de papel».
«La tendencia es ir hacia lo electrónico, y no nos oponemos a eso. Lo vemos bien como implementación porque facilita la lectura, es seguro y no puede falsificarse. Tiene muchas ventajas respecto a la receta de puño y letra. pero creemos que debe existir el sistema de papel por una cuestión incluso únicamente de emergencia» Marina Etchehún.
Más allá de la normativa vigente, la farmacéutica resaltó que «sí notamos que cada vez más la gente tiende a los métodos electrónicos, eso es un hecho. Aún así, quien tenga la receta en papel puede acceder al medicamento de igual manera. Para utilizar una receta electrónica, el médico debe registrarse y confirmar su firma electrónica. Hoy el mayor problema de este sistema son las plataformas digitales para validarlas, y que las diferentes obras sociales no las unifican. Cada una acepta únicamente la receta de su página o su plataforma. Eso se suma a que si un paciente que no tiene obra social, no tenemos manera de ver la receta electrónica«.
Por último, Etchehún recordó la situación que atraviesan las y los adultos mayores de nuestro país tras la masiva quita de subsidios impulsada por el Gobierno nacional: «Esos cambios tienen que ver con dos situaciones que se dieron casi en simultáneo. Uno es el pasaje de medicamentos bajo receta a venta libre, quedando sin cobertura. Y el otro es la eliminación del plan ‘Vivir Mejor’, que permitía la cobertura del 100%. Aún así, a través de un trámite en la UGL de PAMI los medicamentos más caros podían tener la cobertura vía excepción. Muchos pacientes lo han tramitado y se han otorgado, por lo que en esos casos no es tan grande el perjuicio en el mostrador».