La semana pasada, funcionarios de Coronel Rosales, Bahía Blanca, y empresarios de la nocturnidad locales se reunieron con motivo de la preocupación que generan la cantidad de fiestas clandestinas entre los distritos.
Sobre esto habló Mariano Uset, intendente de Coronel Rosales. En primer lugar, resaltó que en su distrito la postura tomada es de «desactivar las fiestas de las que vamos tomando conocimiento, aunque tratamos de legitimarla cuando hay una buena intención. Que alguna se nos escape es probable. En junio 2 se desactivaron y otra en el casco urbano se realizó y el club fue intimado y multado».
«Ahora cuando empiece a mejorar el tiempo con la llegada de la primavera van a volver a suceder. Hay que estar atentos a las redes, tomar contacto con los organizadores y frenarlos a tiempo» Mariano Uset.
En cuanto al alcance de las normas locales, Uset afirmó que «tenemos una ordenanza bastante exigente en cuanto a fiestas privadas, que establece tener contratos con servicios de salud, de emergencia, de seguridad, una cantidad de baños por concurrentes, un seguro. Requiere además de bomberos y la firma de especialistas por los planes de evacuación. En ese marco las fiestas no son clandestinas sino que tributan. Si no lo hicieran compiten deslealmente con los empresarios de la nocturnidad».
Por último, el jefe comunal rosaleño detalló que, en caso de cerciorarse la infracción, «las multas están estipuladas, con un piso bastante alto que se incrementa con las reincidencias. A veces para estos organizadores las multas de entre $50 y $100 mil son insignificantes porque realmente mueven mucho dinero estos eventos. Por eso las multas deben ser altas, ya que sino pueden ser más baratas que las tasas. Son multas importantes que van hasta los $500 mil».