Mariana Puntel Doctora Ciencias Químicas, Investigadora Conicet-Bahía Blanca

Ayer se comunicó que el Laboratorio Richmond había empezado a producir la vacuna Sputnik V en Argentina y ya había mandado más de 21.000 dosis a Rusia para ser evaluadas en el Instituto Gamaleya.

La empresa farmacéutica Laboratorios Richmond Sacif produjo en la Argentina el primer lote de la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V, que fue enviado al Centro Gamaleya para que realice el control de calidad, anunciaron el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y la compañía.

«La Argentina se ha convertido en el primer país de América Latina en comenzar la producción de la vacuna Sputnik V. RDIF y sus socios han realizado una transferencia de tecnología a los Laboratorios Richmond», señaló el comunicado difundido por el organismo ruso.

Sobre esto hablamos con Mariana Puntel Doctora Ciencias Químicas, Investigadora Conicet-Bahía Blanca: «Es una noticia muy positiva, no hay dudas que las capacidades para producir este tipo de vacunas están en nuestro país. La tecnología también existe en nuestra ciudad».

La sustancia activa para estas dosis fue producida en Rusia y en nuestro país lo que se hizo fue la formulación y el envasado.

«Existe una dificultad bastante grande en cuanto a insumos y a lo tecnológico porque existe una gran complejidad. Pero dado que el Gamaleya ha transferido esta tecnología al Laboratorio Richmont es muy alentador».

Este es un paso importante de la producción y, si se logra escalarlo, puede acelerar los tiempos para tener la vacuna terminada en Argentina, pero «la complejidad para trabajar con estos vectores es muy grande sobre todo cuando hablamos de trabajar la aplicación en humanos», indicó Mariana Puntel y remarcó que «hay que tomar esto con cautela porque estamos en un país con una situación económica y geográfica que hace que los insumos tengan sus dificultades en llegar».

Argentina fue el primer país latinoamericano en registrar oficialmente la vacuna Sputnik V a través de una autorización de uso de emergencia y comenzó a aplicarla en la población el 29 de diciembre de 2020; actualmente, ya está registrada en 60 países.

«Uruguay y Chile tienen un sistema científico de alta calidad y tecnología, pero Argentina es el primer país en producir vacunas y esta es la segunda, entonces nos posiciona muy bien», sostuvo la Doctora Ciencias Químicas e Investigadora Conicet-Bahía Blanca.

Los próximos pasos

Fuentes oficiales informaron que este primer lote de Laboratorio Richmond en Argentina consistió en la formulación (envasado) de la sustancia activa en los viales (frascos) de los dos componentes.

Si el lote supera el control de calidad del Centro Gamaleya, se comenzaría a avanzar con los siguientes pasos, que las fuentes calificaron como «muy complejos y desafiantes» para importar a Argentina el antígeno (principio activo de la vacuna) y escalar el formulado (envasado).

En ese sentido, las fuentes gubernamentales indicaron que «la posibilidad de completar el proceso de producción en Argentina a partir del antígeno, que es la sustancia activa que fabrica el Gamaleya, y producir lo que se llama formulación o envasado con las dosis es algo que aceleraría el proceso de contar con la vacuna terminada en tiempo y forma en nuestro país, siendo parte de la cadena de producción y también -por supuesto- dando la oportunidad de acelerar y favorecer el acceso de la vacuna Sputnik V a Latinoamérica».

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