La Universidad Nacional del Sur lanzó un interesante informe para, a través de datos concretos, desmentir los dichos del Presidente Milei cuando aseguró que «hoy la universidad pública no le sirve a nadie más que a los hijos de los ricos, se ha convertido en un subsidio de los pobres hacia los ricos«. En ese sentido, marcaron que un 42,6% de los estudiantes universitarios son pobres, mientras que en la UNS particularmente, el 64,8% de los estudiantes son primera generación universitaria.
María Formichella, doctora en Economía de la UNS, aseguró que «a nivel nacional, un 42,6% de los estudiantes vive en hogares bajo la línea de la pobreza, mostrando una diferencia con lo que dice Milei. Además, con el paso del tiempo los estudiantes que viven en hogares con niveles de ingresos bajos aumentaron su participación en el total de estudiantes: en 2003 correspondían a un 30%. En Bahía Blanca una amplia proporción tiene que ver con los estudiantes de primera generación universitaria. Podemos afirmar que la universidad no es solo para ricos«.
¿LOS POBRES NO VAN A LA UNIVERSIDAD? 🤔
Con datos de @Chequeado, @infobae y el @IIESS_CONICET hicimos un informe y te contamos sus principales conclusiones:https://t.co/uTRfDxMYGF pic.twitter.com/qMM66cXSLM
— Universidad Nacional del Sur (@UNS_oficial) October 28, 2024
«Uno puede imaginar cómo sería nuestra comunidad si tuviésemos menos profesionales. Tenemos muchas aristas que demuestran que la educación gratuita es un motor de desarrollo productivo, personal y social muy importante» María Formichella.
En cuanto a la situación de ingresos de las personas que han pasado por la universidad pública, la doctora en Economía resaltó que «cuando vemos el grupo de ingresos más bajos de la sociedad, la mayor proporción está compuesta por trabajadores que tienen el secundario incompleto, cosa que no pasa en los ingresos más altos. Además, notamos que ya tienen un promedio de ganancias superior incluso aquellos estudiantes que no terminan sus carreras, únicamente por el hecho de pasar por la universidad. La educación superior te da mayores chances de insertarte en el mercado laboral así como posibilidades de trabajo, incluso sin terminar la carrera».
Finalmente, Formichella marcó que «para quienes provienen de de un contexto de vulnerabilidad hacen un gran esfuerzo para llegar a la universidad, incluso trabajando a la par. La educación superior los posiciona de otra manera aún haciendo solo un tramo de una carrera. La educación en todos sus niveles genera externalidades positivas: los beneficios son para toda la sociedad, no solo para quien se educa. La sociedad será más productiva y con más diálogo social que no queda solo reflejado en lo individual».