Este domingo a la madrugada fue clausurada por personal del Municipio una fiesta multitudinaria en el predio de la FISA. Según informaron, se superó con creces la capacidad máxima del lugar, así como también se permitió el ingreso de público con bebidas alcohólicas, algo prohibido por ordenanza municipal.
Marcelo Borda, director general de Fiscalización, explicó en comunicación con Radio Urbana que «fue un fin de semana movido, hubo dos fiestas grandes. La de la FISA estaba habilitada, tenía todos los requisitos que pide la ordenanza de fiestas privadas que fue recientemente modificada con requisitos aún más estrictos que antes. Una de las cosas que solicita es que haya un cuerpo de inspectores presentes para cada evento, y eso ya estaba planificado con los organizadores. Ellos en su momento promocionaron a través de flyers el ingreso con bebidas alcohólicas, lo que esta ordenanza prohíbe. Al momento del ingreso hubo un intenso control de los inspectores, y el primer inconveniente fue la llegada de gente con conservadoras«.
«El evento se estaba llevando adelante sin ningún tipo de inconvenientes, pero no respetar las normas de seguridad puede generar situaciones de desmanes» Marcelo Borda.
En ese sentido, el director afirmó que los organizadores «estaban habilitados a vender alcohol, no así a permitir el ingreso con bebidas. Le pedimos a los organizadores que no lo permitan y lo desalienten en redes, lo que nunca pasó. Se labraron las actas pertinentes, y radiqué una denuncia penal en la comisaría séptima para dejar sentada la desobediencia al pedido municipal, además de las reiteradas actas que se labraron».
Además de ello, el funcionario agregó que «cerca de las tres de la mañana hicimos la denuncia, lo que no implica la clausura del establecimiento. Sí implicaba la clausura el exceso de gente, contabilizamos más de 2.800 personas cuando el límite era de 2.700, e hicieron caso omiso cuando pedimos que se corte el ingreso. Allí se labró una nueva acta de sanción y se dictó la clausura. A los efectos de no generar un mal mayor se permitió extender hasta el horario del cierre, pero la clausura se llevó adelante a nivel de actas».
Por último, Borda recordó que «si se le dio la habilitación es porque estaban cumplidos todos los requisitos previos para hacerlo. La nueva ordenanza es un poco más estricta para el organizador y para quien presta el lugar para llevar adelante el evento. Se establecen sanciones para ambos actores. Suele pasar que la fiesta no es a nombre de una sociedad sino a alguna persona física que va rotando».