Los sectores relacionados a los servicios informáticos en nuestro país se encuentran en una situación de crisis impulsada por la política económica del Gobierno nacional: Principalmente, el valor del dólar genera que las prestaciones sean hasta un 40% más caras comparadas con el resto de la región. Por ejemplo, la empresa Globant ha realizado despidos en distintas sedes, y se habla de recortes en las oficinas de Bahía Blanca.
Manuel Alonso, Secretario Gremial de la Asociación Gremial de Computación, expresó que «estamos viviendo una situación donde se juntan varios factores tanto nacionales como internacionales. En todo el mundo, el sector de los servicios se viene ajustando hace casi dos años, con despidos masivos en las más grandes corporaciones. A nivel nacional, el dólar ‘planchado’ afecta a las empresas que siempre terminan ajustando por la parte mas débil, que es el trabajador. Allí radica la importancia de estar agrupados sindicalmente. Hay algunas empresas que están realizando una serie de despidos, pero el en líneas generales nuestro sector todavía sostiene la actividad».
«Debemos dar una discusión en cuanto a la tecnología en la Argentina, en cómo impacta en la producción, la educación y en todos los aspectos de la vida. Tenemos que debatir qué lugar queremos ocupar en el mundo, y como trabajadores de la informática tenemos que poner el hombro por nuestro país en ese sentido» Manuel Alonso.
Dando un contexto general a la situación del sector, el dirigente planteó que «en las últimas dos décadas se ha afianzado mucho, sobre todo en la rama software y los servicios informáticos profesionales. Ambos vienen creciendo en empleo y en exportaciones, lo cual es muy alentador para el sector. El nuestro se trata de un sector altamente promocionado con exenciones impositivas como los incluidos en la Ley de Software. Las empresas se llevan grandes beneficios impositivos; hoy Globant paga menos impuesto a las ganancias que sus propios empleados. La discusión de cómo se distribuyen los beneficios tenemos que darla, porque necesitamos volcar ese beneficio a las PyMEs, que son las que mas trabajo brindan al sector. Las grandes empresas que surgieron y crecieron gracias a esas ganancias, hoy ya no las necesitan en la misma medida».
Pensando particularmente en la situación de Globant y su impacto local, Alonso marcó que «en esa empresa se juntaron todos los factores mencionados, y la empresa ajustó a través del despido de sus trabajadores en vez de recortar por otros lados. Ya se cerraron oficialmente dos oficinas en nuestro país, y se está hablando del cierre de dos más. En las oficinas de Bahía Blanca trabajan cerca de 100 empleados, pero cabe aclarar que son empresas deslocalizadas, por lo que en muchos casos el cierre significa que trabajarán exclusivamente desde sus casas o con un co-working. El año pasado tuvimos un conflicto por salarios congelados en la empresa, que además tiene a sus trabajadores fuera de cualquier convenio sindical, en malas condiciones de trabajo».