ESTRATEGIA PARA DILUIR RECLAMOS SINDICALES
Triaca visitará mañana la poderosa CATT, que fue clave para el éxito del paro de la semana pasada. Se hablará de paritarias y Ganancias.
El Gobierno buscará seducir a los sindicatos del transporte para establecer acuerdos puntuales y alejarlos de la CGT. Ayer en la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT) daban por confirmada una reunión mañana a las 13 con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, uno de los impulsores en el Gabinete de la dinámica de entendimientos por sectores como los firmados hasta ahora en Vaca Muerta, terminales automotrices, construcción, calzado y textiles.
La estrategia oficial de puentear al triunvirato de líderes de la central obrera comenzó a cobrar forma apenas lanzado el paro nacional del pasado 6 de abril, que de hecho tuvo buena parte de su contundencia explicada por la adhesión de los sindicatos del transporte público, tanto colectiveros como ferroviarios y personal del subte. La administración de Mauricio Macri espera sentar a una negociación a los dirigentes de esa actividad en un intento -de resultado incierto, por ahora- por desacoplarlos de eventuales futuras medidas de fuerza generales.
La agenda de temas pendientes en el sector es amplia. En términos cronológicos aparece como prioridad la resolución de las paritarias de los colectiveros de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y de los cuatro gremios ferroviarios. De ellos, el de maquinistas de La Fraternidad (será la sede del encuentro con Triaca) es el más activo en la interna de la CATT. Mientras en el Gobierno esperan replicar la pauta salarial de 20% de aumento en dos tramos con una cláusula gatillo en caso de disparada inflacionaria que inauguró el sindicato de Comercio, en los gremios de choferes y ferroviarios prevén estirar el monto a un valor más cercano al 25% y aceptar el resto de las condiciones, tanto de cuotas como de revisión.
Cualquiera sea el aumento el Ejecutivo deberá resolver si financiarlo con más subsidios, contra sus propios postulados de campaña, o bien mediante un incremento de las tarifas, un escenario que parece improbable a pocos meses de las elecciones de medio término.
En tanto que en el sector aeronáutico el grueso de las paritarias ya fue resuelto a principio de año. En la principal empresa de la actividad, Aerolíneas Argentinas, en Latam y en otras compañías quedó establecida una pauta nominal del 35% de aumento que en impacto de bolsillo llega a 44 por ciento. La salvedad es que en todos los casos, como informó este diario, el Ejecutivo aceptó que la suba se pagara durante once meses de forma no remunerativa (sin aportes ni contribuciones a la seguridad social) para abaratar el costo.
El otro gremio de referencia de la CATT es el de Camioneros, que lidera Hugo Moyano. El dirigente adoptó en los últimos meses un perfil bajo que le permitió avanzar de manera silenciosa en intereses propios como el fútbol, tanto en Independiente (que preside) como en la AFA (que quedó a cargo de su yerno, Claudio «Chiqui» Tapia) y la empresa postal OCA, que desde fin de año maneja de facto. Si bien el sindicato paró la semana pasada la continuidad de la organización dentro de la CGT, tal como ocurre en la actualidad, fue puesta en duda varias veces por Pablo Moyano, hijo mayor y número dos del dirigente.
Hay un elemento que concita el interés de todos los sindicatos de la CATT: la vigencia del Impuesto a las Ganancias. A pesar de la última modificación parlamentaria sobre los valores del tributo en el sector dijeron que volvió a pesar sobre los salarios de los transportistas por lo que avisaron que aprovecharán la instancia de diálogo con el Gobierno para reclamar un tratamiento diferencial. En particular, que el gravamen no cuente sobre los pagos de horas extras y adicionales salariales que son norma en la actividad por las labores en feriados. La incidencia del sector en el último paro nacional será el principal argumento a esgrimir para obtener ese trato especial.
Fuente: ambito.com