En este marco, hablamos con Macarena Sosa, integrante de Furias Feria: «Además de la celebración y la visibilidad que siempre es importante porque es la raíz de todas las problemáticas, se aprovecha la fecha para pedir por los travesticidios, y por el cupo laboral trans, entre otras cosas».
Asimismo, remarcó: «Seguimos siendo una comunidad vulnerable, y cada vez podemos estar más visibles y tranquilos aunque todavía existe mucha discriminación», detalló.
En este marco, hoy en la Plaza Rivadavia se desarrollará un “Picnic Orgullosx” que contará con la participación de artistas y feriantes bahienses.
Furias Feria es una organización que se dedica a la asistencia de la comunidad travesti, trans y no binarie, ante la emergencia de asistencia alimentaria, habitacional, de contención emocional y acompañamiento en situaciones de violencia y vulnerabilidad.
«Somos un grupo autogestionado y activamos redes para trabajar desde lo colectivo para ayudar a la comunidad LGBT+ en la ciudad”, explicó Sosa y agregó: «Es un sector que ha sido muy golpeada por el contexto de pandemia, se intensificaron las desigualdades, las condiciones de vida, el acceso al trabajo, el acceso a la salud”.
En la cotidianidad las desigualdades se manifiestan ante las dificultades para, por ejemplo, acceder a un trabajo, estas desigualdades se recrudecen en la población travesti trans y Bahía Blanca no escapa al panorama de exclusiones. Sin embargo, las redes que se autogestionan desde nuestra ciudad impulsan herramientas de contención para sobrevivir.
Macarena Sosa señaló que no hay interlocutores municipales sobre las gestiones en materia de género: «A nivel municipal nuestra experiencia ha sido difícil, intentamos agotar todos los recursos para obtener una respuesta, pero no lo conseguimos».
Ante el desamparo de la gestión municipal, las integrantes de Furias Feria se financian a través de donaciones, ya sea de ropa o de comida, que aceptan a su página de Instagram: @furiasferia.
Por otra parte, nos mencionó el «proyecto binder»: «Es una prenda de ropa interior que usan las masculinidades trans para aplanar el pecho, es la forma más segura y que mejor cuida el cuerpo y la salud».
En primer lugar, los costos son elevados ya que su diseño y confección llevan tiempo y conocimiento de este tipo específico de mordería y, en segundo lugar, se dificulta aún más ya que en Bahía Blanca aún no hay ofertas para comprarlos a emprendedores locales y esto hace que haya que pagar envíos (lo cual suma mucho dinero).
Sabemos que en la comunidad LGBT+ son la minoría quienes tienen trabajos formales y pueden acceder a este tipo de elementos, dejando afuera a muchas personas que recurren a fajarse con métodos no recomendados que pueden poner en riesgo su salud, contaron a través de Instagram.