Esta semana fue confirmada la decisión del Gobierno nacional de disolver el programa PROCREAR, política vigente desde el año 2012 con el fin de facilitar a la población la adquisición de su primera vivienda. Aquí en Bahía Blanca, la política permitió la creación de 57 viviendas en el predio de Colón y Arias, además de los 527 lotes con servicios en las 15 hectáreas recuperadas al V Cuerpo del Ejército, además de los créditos hipotecarios.
Luciano Scatolini es ex-secretario de Desarrollo Territorial de Nación durante el lanzamiento de dicha política pública, y afirmó en comunicación con Radio Urbana que «el PROCREAR funcionó durante 10 años, y tuvo un gran alcance federal con mucha capacidad de dar respuesta a necesidades muy variadas. Me llena de orgullo haber sido parte de ese pedacito de historia, y con dolor presente por estas políticas de odio y vacío existencial que lleva adelante este Presidente insensible. En términos familiares, fueron 550.000 soluciones habitacionales que llegamos a entregar, incluso sobreviviendo el Gobierno de Mauricio Macri que dejó el programa en pausa durante cuatro años y medio. Contando su relanzamiento en el 2020, llegamos a más de dos millones de personas beneficiadas de manera directa, todo esto sin contar el impulso en el ámbito de la construcción indirectamente».
«La gente que estaba en la puerta de la casa de Cristina ayer, cuando le preguntaban por qué estaban allí nombraban al PROCREAR. Cuando un político pone a disposición de la sociedad herramientas que le cambian la vida para siempre, eso queda grabado. Es un antes y un después porque es resolverles un problema habitacional» Luciano Scatolini.
¿Cuáles son las capacidades de volver a poner este programa en marcha en caso de darse la posibilidad? El ex funcionario marcó que «dinamizar programas de este tipo requiere de una gran planificación territorial, pensar dónde se alojaran las políticas públicas en un contexto donde el mercado inmobiliario toma una mayor presencia por la ausencia del Estado. Es administrar la cosa pública que está corrida del escenario, y que cuando desaparece, aparece la fuerza del mercado. El mercado no genera suelo urbano de calidad y con precios accesibles».
Por último, Scatolini aseguró que «en Bahía Blanca siempre buscábamos pedacitos de tierra para poner más casas a través del PROCREAR, hoy todo está desarmado y destrozado. Desguazar la idea de Estado regulador y volcar recursos al sector minoritario que maneja los resortes financieros y del mercado son recetas que fracasaron en la Argentina. Es una falacia decir que si existieran fondos ilimitados del banco se resolverían los problemas habitacionales; hoy hay familias sin empleo formal, sin capacidad de ahorro y que no pueden acceder a un crédito. Anulando la presencia del Estado no se resuelve el problema del derecho habitacional que tenemos actualmente».