Como es habitual, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) lanzó un nuevo informe de actividad macroeconómica. En este caso han analizado distintos indicadores sobre el rendimiento de las empresas argentinas más grandes, entre los que se incluyen rentabilidad, ventas, resultados operativos y costo laboral.
Luciana Bilbao es economista de la institución, y explicó que «reclutamos los balances contables de las empresas que cotizan en bolsa. De allí extrajimos la información. Principalmente tenemos dos conclusiones importantes: tuvieron una rentabilidad extraordinaria mientras redujeron sus costos laborales. Cada vez les salió menos pagar los sueldos porque cada vez tenían más margen de rentabilidad».
«AFIP tiene una posición más activa de fiscalizar a las empresas con la nueva gestión económica, encontrando que las declaraciones juradas no manifestaban la realidad» Luciana Bilbao.
Según afirma el estudio, a esas dos variables antes mencionadas se le agrega también «el crecimiento de la actividad económica. Estamos hablando de empresas de alimentos y de servicios en salud como las prepagas. Las empresas vienen teniendo un incremento en la facturación, y vemos una diferencia en el periodo 2022. Allí se ve una facturación promedio un 18,5% por arriba de los ejercicios anteriores. En el 2022 estamos teniendo un boom de exportación».
¿De donde sale esa rentabilidad inédita? Según Bilbao «tiene que ver con el proceso inflacionario, y con la especulación de ese mismo proceso, pero también con el crecimiento económico que viene teniendo el país. Si bien es verdad que los salarios están sufriendo una fuerte crisis, los otros indicadores de capacidad instalada industrial y el crecimiento de la actividad económica vienen dando variaciones positivas interanuales».
A pesar de esta optimista realidad de las empresas argentinas, el CEPA entiende que por la disminución del costo laboral, ese bienestar no se traduce en mejoras para los y las trabajadoras. Bilbao afirmó que «venimos nombrando lo necesario que es un aumento del salario por decreto como una política redistributiva. Vemos en el 2022 que las empresas acumularon riquezas y redujeron su costo salarial, por lo que se ve un beneficio de estos sectores en detrimento de otros. Las empresas vienen sosteniendo una caída del costo salarial por sobre los costos totales de las empresas, hace falta una política que venga a emparejar esto».