Hache es marca y seudónimo del también escritor y periodista Christian Boyanovsky Bazán, el mismo escribe sobre internacionales en este diario cooperativo Tiempo Argentino. Lanzó su nuevo trabajo discográfico, que por nombre lleva Por un tiempo, pero aclara que “no tiene que ver con mi relación con Tiempo Argentino. La canción la escribí mucho antes de que seamos cooperativa”, aunque «el vaciamiento del Grupo Veintitrés y lo que pasa en el país que para mí es una tragedia desde el punto de vista político-histórico, consolido ese concepto que todo debe suceder, como decía George Harrison. Decidí abrir el disco con ese tema y ponerle ese nombre, aunque me costó. Pero creo que va perfecto” comenta Hache.
El tema que da nombre al disco habla de la temporalidad, de las situaciones que son circunstancias, las eventualidades, las transformaciones –las elegidas y las circunstanciales. “Por un tiempo no me dejaré llevar/por un cielo al que no intentaré llegar…”, dice el estribillo de la canción que da título al disco. Así como para hablar de la reflexiones necesarias, en muchos situaciones de la vida de cualquiera, el cantautor plantea la tesis que la música y la letra hagan pensar en nuestros caminos. “Las canciones las empecé a escribir después que termine el disco anterior. Ya ahí me puse a pensar este disco, repasando qué cosas se podrían mejorar, tanto en la producción artística como de la parte técnica. Qué tipos de canciones quería, eso fue todo un proceso. Solo en la composición se me fue un año. Tenía como 25 temas”, dice Hache.
Al igual que en su placa anterior, Peatonal (2015), contiene diez canciones que recorren ideas e imágenes que remiten a la vida urbana, sus dilemas e interrogantes. “La canción debe permitirse dos cosas al mismo tiempo: melodía y una frase que sea una idea o una imagen. Trato de encontrar ese equilibro y no es fácil de lograr. En mi caso escribo primero la música y luego la letra. Me resultaría más fácil hacer primero la letra y después la canción, pero no me sale. La avanzada musical siempre gana”, reconoce el cantante mientras sus dedos arman arpegios al hablar.
“La letra es lo que engancha al público, está bueno que le cuentes algo, decirle algo, si la frase tiene una buena imagen o produce una sensación o una idea, hay que apuntar a eso. Suele ser un proceso largo el de escribir una letra. Me ha pasado pero en general no me sale de un tirón, sino que dejo madurar una idea un tiempo y después le voy dando forma”, cuenta el autor.
La propuesta instrumental se consolida en el tándem de guitarra y piano, de probada eficacia en vivo, con bases de bajo y batería en la mayoría de los temas, y con participación de otros instrumentos como teclados, trompeta, oboe y hasta un arreglo de cuerdas eléctricas ejecutado con el legendario e-bow. “En lo rítmico hay que tener ciertos parámetros para que haya algo que pueda ser más simpático con el público. Hay una métrica específica que es el que tiene una empatía mayor con el público. Siempre trato de hacer canciones que vayan por ese lado, pero procuro llevar por distintos matices al oyente, tanto con la secuencia de acordes o una melodía”, comenta Hache.
Por un tiempo contó con la producción artística de Pelu Romero (Kevin Johansen, Falsos Profetas, Alejandro Balbis, entre otros) y fue mezclado por el reconocido ingeniero de sonido Ari Lavigna. Se grabó entre 2016 y 2017 en SoulCleff estudios. Hache grabó las voces, las guitarras eléctricas y acústicas y los bajos. Las baterías fueron ejecutadas por Diego Silva, Lucio Schmer y Lucas Laviana.
“El concepto general del disco es un concepto algo anticuado. Con Pelu, que es el productor artístico, hablamos siempre eso. El me peleaba un poco por ese lado, pero yo sigo creyendo en el criterio del orden de las canciones que las canciones te lleguen por un recorrido, como es si fuera una lista en vivo.”
Para Hache la importancia de ser auténtico es clave. “Siempre hay que tratar de poder defender lo que uno hace, intentando que sea de calidad, trabajarlo, pulirlo y tratar de que llegue a más gente. Ese compromiso con tratar de ser original es ser respetuoso de lo espontáneo, y encontrar tu sonido propio. Creo que el arte, cualquiera sea está condenado a ser para otro; sino llega los demás no hay arte. Si eso implica ser menos complicados hay que hacerlo, creo que di ese paso. Comparado con el disco anterior, trate de simplificar porque no tenía demasiado sentido ser rebuscado, en estas canciones trato de ser más directo, ir al grano”, reflexiona Hache.
Fuente: tiempoar.com.ar