Con 197 nuevos casos de COVID-19 y 5 fallecimientos, la ciudad a traviesa uno de los peores momentos de la pandemia con picos de contagios considerablemente altos. En este contexto, se conoció que el Intendente Héctor Gay habilitó el funcionamiento de salones de eventos y fiestas, pese a estar prohibido por la Fase 3 dictada para el distrito bahiense por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
En ese sentido, la infectóloga del Hospital Penna, Laura Giordano, expresó que: «Las habilitaciones del Intendente a salones de fiesta me generan impotencia, no se puede apelar a ese mensaje».
«Me generan impotencia las habilitaciones del Intendente; las autoridades apelan a la conciencia de la gente, pero si quien dirige la ciudad pide cuidarse y no te cuida, no se puede apelar a ese mensaje».
La infectóloga bahiense Laura Giordano indicó que: «Los casos diarios reflejan los que tenemos y se denuncian, a eso hay que multiplicarlo por cinco o por seis. La cadena es enorme. No se testea lo suficiente. El Municipio dice que abrió un centro en Piñeiro, pero es irrisorio en una ciudad como la nuestra».
«No damos abasto y no podemos cubrir los seguimientos. Hay falta de decisión política y, si no hay dinero, tiene que haber gestión».
En cuanto a la llegada de la variante de Manaos a Bahía Blanca, explicó que «esta cepa no es de mayor muerte pero si contagiosidad; es muy probable que ya haya circulación comunitaria».
Por otra parte, hizo hincapié en el rol de los medios de comunicación y el relajamiento de los cuidados de la sociedad: «Si todos los días te bombardean con el hartazgo, de repente estas harto; no es tan grave ponerse un barbijo ante la muerte de las personas». Asimismo contó que, «todas las noches interrumpo la cena para llamar a personas y hacer seguimiento; no es una cuestión ideológica, es una cuestión sanitaria».