El empresario Alejandro Burzaco, que reconoció haber pagado coimas, comprometió a Fox Sports, O Globo y Televisa. Declaró por segundo día consecutivo ante la jueza Pamela Chen. Ya acusó a ex funcionarios del gobierno anterior y dirigentes como Julio Grondona.
Alejandro Burzaco se convirtió en las últimas 48 horas en la garganta profunda del FIFAgate. Pasó de las imputaciones por coimas al llanto, del escándalo FIFA al Fútbol para Todos (FPT), de los sobornos a ex funcionarios y dirigentes de la AFA a las cadenas televisivas que se los pagaron. Sobre esos ejes pivotearon las declaraciones como testigo del ex CEO de la compañía Torneos y Competencias ante un tribunal de Brooklyn en Nueva York. Fue apenas el principio de un largo camino judicial con final incierto. Pero también derivó en la trágica muerte del abogado Jorge Alejandro Delhon, quien se suicidó en Lanús. Era uno de los dos acusados por el empresario coimero –el otro es su amigo y ex integrante del staff del FPT, Pablo Paladino– de recibir 4 millones de dólares de sus propias manos. Así como se extendió la lista de personas alcanzadas por Burzaco en su delación –con el fallecido Julio Grondona como protagonista principal– sucedió otro tanto con las empresas de medios que comercializan derechos televisivos en varios países de América. A Fox Sports (EE.UU.), Globo (Brasil) y Televisa (México), entre otras, las señaló como responsables del circuito de sobornos. Y aclaró que solo el Grupo Clarín estuvo al margen del delito. Hasta su fuga en mayo de 2015 –cuando lo seguían los sabuesos del FBI–, garganta profunda había sido el CEO de Torneos y Competencias al mismo tiempo que socio de Clarín en la señal de cable TyC Sports.
Burzaco declaró en dos audiencias sucesivas ante la jueza Pamela Chen, quien lo considera un testigo clave en el contexto del FIFAgate. El martes había acusado de recibir coimas a Paladino (ver entrevista aparte) y Delhon, dos abogados y ex funcionarios del Fútbol para Todos durante el gobierno de Cristina Kirchner. Esa parte de su testimonio fue la que más impacto causó en la Argentina, porque hasta el martes no habían sido mencionados en la investigación sobre el escándalo de la FIFA. Esa también es la parte más llamativa de sus imputaciones porque coloca al FPT por primera vez en el marco de la causa que se sigue en Estados Unidos. Como si su declaración fuera en una sola dirección: delatar a quienes trabajaron como funcionarios del gobierno anterior, dirigentes que están muertos como Grondona u otros que no resisten un archivo.
A las pocas horas de que se conocieron sus acusaciones contra Paladino y Delhon, éste último se suicidó arrojándose a las vías del ferrocarril Roca. Era abogado de profesión y había tenido dos nombramientos en el Estado. El primero como responsable transitorio por 180 días del Registro Nacional de Infractores a la Ley del Deporte. Un cargo que ejerció desde la Secretaría de Asuntos Registrales del Ministerio de Justicia. El segundo en el programa Fútbol para Todos, donde se desempeñó con su amigo Paladino.
Delhon dejó cuatro hijos adolescentes y una breve carta: “Los amo, no puedo creer”. Quienes lo trataron como Paladino o Gabriel Mariotto, el mentor del FPT, lo recuerdan por su don de gente. Solía viajar en el mismo ferrocarril a cuyas vías se arrojó. Tenía 52 años y su antecedente más antiguo en algo que tuviera que ver con el fútbol, fue la sociedad que mantuvo con su amigo y vecino de edificio, Jorge Omar Oliva. Ambos habían creado la sociedad Sport Plan el 29 de marzo de 2007 con el objetivo de explotar “todas las actividades vinculadas en forma directa o indirecta con el servicio de asesoramiento, dirección, operación, comercialización y administración de proyectos relacionadas con el fútbol”, como rezaba el acta de su constitución. Oliva se hizo conocido en el medio como representante de Javier Zanetti cuando jugaba en Banfield.
Burzaco declaró contra Paladino y Delhon durante las audiencias del juicio que se sigue en Nueva York contra los tres únicos dirigentes futbolísticos que no aceptaron los cargos en su contra y se declararon inocentes en el FIFAgate: el paraguayo y ex presidente de la Conmebol, Juan Angel Napout, el brasileño y ex titular de la CBF, José María Marín y el ex presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Manuel Burga. El empresario argentino fue aportado como testigo por la fiscalía. Según escribió ayer en su blog el periodista Elio Rossi –quien trabajó en Torneos y Competencias durante varios años–, cuando el empresario corrupto mencionó ante el tribunal a Paladino y Delhon fue advertido con estas palabras: “No es tema de este juzgado”.
El periodista estadounidense Ken Bensinger, quien está cubriendo el juicio, le dijo a PáginaI12 sobre el desarrollo de las audiencias: “La fiscalía me informó que terminó con su testimonio hoy (por ayer). Pero después los abogados de los acusados tendrán su oportunidad con Burzaco, y esta etapa puede durar dos días más. No sé sabe que más temas se abordarán. Ni tampoco quién será el próximo testigo. El proceso empezó el lunes y se estima que durará seis semanas, así que podría haber muchas sorpresas más”.
Burzaco se quebró en llanto y la última audiencia debió interrumpirse cerca del mediodía. Cuando prosiguió por la tarde, el ex CEO de TyC dio más precisiones sobre el modus operandi de las empresas que, según él, les pagaron los sobornos a los diferentes dirigentes del fútbol. Mencionó Bensinger, quien trabaja para BuzzFeed News, que las compañías Torneos, Televisa y Globo hicieron una “vaquita” para pagarle el cohecho de 15 millones de dólares a Grondona. El presunto objetivo habría sido asegurarse los derechos de televisación para Latinoamérica de los Mundiales 2026 y 2030, que todavía no tienen fijadas sus sedes. Aspiran unidos a organizar el primero Estados Unidos, México y Canadá. Al segundo, Argentina, Uruguay y Paraguay. Podrían ser las dos primeras Copas del Mundo con sedes en tres países cada una.
La imputación de Burzaco contra el ex presidente de la AFA, quien ejerció el cargo entre 1979 y 2014, también contuvo detalles sobre cómo se le realizaban los pagos. Dijo que iban a parar al banco suizo Julius Baer, aunque no aportó nombres adicionales ante el fiscal que lo interrogó, Samuel Nitze. El empresario no fue solo contra Grondona en su testimonio (el coconspirador n° 1 según el expediente judicial) y con quien estuvo ligado de manera estrecha mientras lideró a la productora Torneos y Competencias. También imputó a otros dirigentes sudamericanos como Nicolás Leoz, Romer Ozuna, José Luis Meiszner, Eduardo Deluca y Eugenio Figueredo.
Pero las sorpresas de mayor envergadura en su declaración fueron básicamente dos. Las imputaciones contra Paladino y Delhon por recibir sobornos. Y además, la discriminación que hizo sobre la conducta de las empresas que interactúan en el mundo de los derechos televisivos del fútbol o ponen en pantalla sus partidos. Cuando el fiscal Nitze lo interrogó sobre las que habían recibido sobornos, respondió: “Que yo sepa todas las compañías, a excepción de Clarín”. Entre “todas” están TyC, a la que dirigió hasta mayo de 2015; Traffic, Fox, Mediapro, Full Play, Datisa y una gama indeterminada de subsidiarias. Según la particular óptica del sobornador que confesó sus sobornos.
Fuente: pagina12.com.ar