Casi en espejo con lo que sucedió en el Congreso nacional, la Legislatura bonaerense también vivió ayer una jornada agitada y debió levantar la sesión que intentaban llevar a cabo, en medio de incidentes dentro y fuera del recinto. La sesión estaba convocada para comenzar a tratar el paquete de reformas propuesto por la gobernadora María Eugenia Vidal con proyectos como la ley de ministerios y la que modifica el sistema jubilatorio de los empleados del Banco Provincia. Pese a que intentó varias veces seguir adelante con el orden del día, finalmente, el presidente de la Cámara, Manuel Mosca, llamó a un cuarto intermedio y luego la sesión no pudo continuar por el clima que se vivía.
No bien arrancó la sesión, la presidenta del bloque de Unidad Ciudadana-FpV, Florencia Saintout, manifestó su preocupación porque sesionaran “en un contexto de represión contra los trabajadores, manifestantes y diputados por ir a protestar contra el paquete de leyes antipopulares que se incentivan desde el Gobierno”. De inmediato, desde el bloque PJ Unidad y Renovación, Julio Pereyra señaló que “no se puede hacer oídos sordos a lo que está pasando en Capital donde los temas que no podíamos resolver a través de un decreto se resolvían a palazos”. En la misma dirección se sumaron los representantes de las bancadas del FpV-PJ y del FIT. “Le decimos a la gobernadora Vidal que hay miles de manifestantes que se acercaron a la plaza y se encontraron con todo vallado y con la Gendarmería”, expresó el diputado Guillermo Kane, del bloque de izquierda, respecto a lo que estaba sucediendo en La Plata.
Pero el diputado de Cambiemos Matías Ranzini desoyó los pedidos opositores para que se levantara la sesión y siguió adelante con el orden del día que establecía en primer lugar tratar la prórroga de la Emergencia en Seguridad. La decisión del oficialismo de ignorar los reclamos enseguida disparó la reacción opositora. “Queremos que se levante la sesión y que se vote en forma nominal si es que vamos a estar acá o en la calle junto al pueblo”, intervino Saintout. Casi al mismo tiempo, un grupo de militantes del kirchnerismo ingresaron en el recinto acompañados por el intendente de Ensenada, Mario Secco. Exhibieron cartuchos de bala de goma y de gases lacrimógenos para demostrar lo que estaba ocurriendo frente a la Legislatura en ese mismo momento.
Sin embargo, el bloque de Cambiemos insistió con seguir con el tratamiento del temario del día en medio del griterío. Desde el Frente Renovador intervinieron para rechazar la represión aunque, como el oficialismo, también plantearon que había que continuar con la sesión dado que se había votado la prórroga de las ordinarias con un temario acordado que debían cumplir. Entonces se planteó un cuarto intermedio para que los jefes de bloque discutieran acerca de cómo seguir, pero se inició una serie de intercambios de acusaciones entre los militantes kirchneristas y los legisladores de Cambiemos que fue levantando la tensión, que ya de por sí estaba alta. “Vayan a Ezeiza”, gritaban desde la bancada oficialista. Mientras, afuera, continuaba la represión y representantes de los sindicatos tiraron uno de los vallados frente a la Legislatura. Dado el clima violento, tanto afuera como adentro, la sesión quedó suspendida.
Mosca presentó luego una denuncia penal contra el intendente Secco por “atentado” y “resistencia a la autoridad”. En la Legislatura dijeron que la habían puesto a disposición de la policía los videos de las cámaras de seguridad para que observaran la irrupción de los militantes en el recinto. En cambio, nada dijeron sobre la represión que ocurrió enfrente mismo al edificio donde se habían reunido para sesionar.
Fuente: pagina12.com.ar