El detenido empresario Lázaro Báez advirtió que la acusación hacia todos sus hijos y su citación judicial contiene un “mensaje disciplinante”, cuestionó al juez federal Sebastián Casanello por su “arbitrariedad” y calificó de “nula” a la nueva citación a indagatoria, que se concretó ayer. “No puedo descartar que los llamados a prestar declaración indagatoria para toda mi familia, para cada uno de mis hijos, sin distinciones relevantes en el curso y gobierno de las acciones, lejos de fundarse en el derecho de defensa, en la posibilidad de ser oídos, en la de brindar las explicaciones respecto de un hecho penalmente relevante y resistir la imputación, contenga un mensaje disciplinante hacia mi persona”, se quejó Báez. Por otra parte, el empresario insistió con su pedido recusación contra Casanello.
Así lo expresó en un escrito de siete carillas entregado en el juzgado durante su declaración indagatoria, en la que no respondió preguntas y para la cual fue trasladado desde la cárcel de Ezeiza junto a su contador Daniel Pérez Gadín, preso también en ese penal. Desde que fue detenido tres meses atrás, Báez ya fue indagado cuatro veces en los tribunales de Retiro; ahora por el informe de la UIF relativo a cuentas en Suiza por unos 25 millones de dólares que habrían tenido como beneficiarios a sus cuatro hijos.
Otro de los convocados por el juez Casanello, el detenido abogado Jorge Chueco, no fue indagado porque renunciaron sus abogados y por razones de salud, y se fijará nueva fecha de audiencia.
El dueño de Austral Construcciones ingresó al juzgado con fuerte custodia, por una puerta lateral y evitó así la guardia periodística y se retiró media hora más tarde, tras negarse a responder preguntas.
En su escrito, Lázaro Báez además se refirió al pedido de apartamiento del magistrado hecho por uno de sus hijos, Leandro Báez y que tiene que ser resuelto por la Cámara Federal. Báez cuestionó “el alcance de la intención” del juez que lo citó a indagatoria y dio una conferencia de prensa a raíz del informe de la UIF junto al fiscal del caso, Guillermo Marijuan, “casualmente el mismo día en que presté declaración ante la Alzada”. El empresario se refirió así a una audiencia oral que tuvo en la Cámara Federal, en la que denunció que Casanello había visitado la quinta de Olivos para ver a la entonces presidenta Cristina Kirchner en septiembre de 2015. Estos dichos están ahora bajo investigación en la Sala II de ese Tribunal de Apelaciones.
El resto del escrito de siete páginas lo dedicó a cuestionar la forma en que se incorporó a la causa el informe de la Unidad de Información Financiera que consignó supuestas cuentas en Suiza que tendrían como beneficiarios a los cuatro hijos de Báez, también citados a indagatoria. Báez tildó esos datos de “conjeturas” plasmadas en un “libelo” y sostuvo que deberían “ser comprobadas por canales legítimos” como exhortos diplomáticos a los países involucrados.
En este marco, aseguró que ese informe se basa en “cosas que habrían sucedido, situaciones por las que supuestamente se verían beneficiados mis hijos o mis empresas, aspectos patrimoniales que no tendrían respaldo suficiente”, todos hechos “imposibles de ser válidamente reconstruidos” por “ausencia de prueba”. A criterio del imputado, “la imputación no deriva de un acto de conocimiento realizado por el órgano jurisdiccional sino de un relato decisionista (sic) en el cual se reproduce una crónica de lo que habría sucedido, un relato periodístico esencialmente nutrido de delaciones, anónimos, tareas de inteligencia y demás”, criticó. Pérez Gadín presentó un escrito con argumentos similares y también se negó a responder preguntas.
Fuente: Pagina12.com