Libraron orden de detención para el jefe del penal de Olmos, dos subjefes y seis suboficiales acusados de torturar y matar a Narciso Gastó Ayala, que estaba preso en esa institución. Aún no trascendieron los nombres de los supuestos asesinos, que fueron pasados a disponibilidad.
Las autoridades penitenciarias habían informado que el deceso de debió a un golpe que sufrió al caer de una manta cuando otros internos lo trasladaban al sector de sanidad. Sin embargo, el informe forense descubrió que el cadáver tenía evidencias de golpes en todas partes y la muerte ocurrió por asfixia mecánica, presuntamente provocada por la presión de un brazo a modo de llave.
Bajo la instrucción del juez Pablo Raele, los imputados enfrentan cargos por «imposición de torturas agravada por el resultado de muerte».
Sólo dos de los acusados están detenidos. El resto presentó un pedido de eximición de presión, que fue rechazado por el juez y apelado por los abogados defensores, situación que debe resolverse en los próximos días.
De acuerdo con los datos que recabó el Juzgado, Ayala sufrió un ataque de epilepsia (no fue el primero que tuvo en prisión) el 1 de agosto a las 8 de la mañana. En medio del episodio, irrumpieron el ex jefe del penal y cinco guardias, quienes llevaron al detenido por la fuerza al sector de Control. Los investigadores creen que allí lo golpearon y asfixiaron, y presumen que los demás acusados observaron lo sucedido y no intervinieron para evitar las torturas y el asesinato.
De acuerdo con los forenses que realizaron la autopsia, «casi no quedó sitio sin golpear» en el cuerpo. Esas lesiones, aseguraron, no pudo sufrirlas al caer de una manta, según consignó el diario platense El Día. Una fuente consultada por ese matutino concluyó que los policías «torturaron a un enfermo».
Fuente: infonews.com