El ex ministro de Economía apuntó contra cuatro ejes que, según dijo, hacen inviable el rumbo económico actual: tasas de interés altas, dólar planchado, salarios a la baja con desocupación y altos niveles de endeudamiento para gastos corrientes.
Lentamente nos hemos ido deslizando como país y como gobierno hacia una política que ya vivimos. La tuvimos con los militares y en los noventa y no genera desarrollo”, fue el diagnóstico del ex ministro de Economía Roberto Lavagna, sobre las medidas que viene llevando adelante el gobierno de Mauricio Macri. En declaraciones radiales, apuntó contra cuatro ejes que, según dijo, hacen inviable el actual rumbo económico: tasas de interés altas, dólar planchado, salarios a la baja con desocupación y altos niveles de endeudamiento para gastos corrientes. “No es el programa económico adecuado”, afirmó Lavagna quien se desempeña como asesor del Frente Renovador, que integra también su hijo Marco como diputado. Respecto de los supuestos brotes verdes que alienta el oficialismo constantemente, aseguró que no existen señales de recuperación económica y que cualquier repunte del año próximo sólo permitirá compensar el enorme bache que se generó este año.
Pese a identificarse con un espacio político, como el massismo, que acompañó casi todas las medidas del gobierno nacional, entre ellas el endeudamiento por más de 16.500 millones de dólares para pagarle a los fondos buitre, se mostró impiadoso con la política económica de la actual administración. El ex ministro durante el duhaldismo y primeros años del kirchnerismo comparó el actual combo de políticas económicas aplicadas en menos de un año del gobierno de Cambiemos con las implementadas durante la última dictadura militar y con el menemismo. “En lo personal, no creo que políticas con tasas de interés muy altas, un dólar planchado que quita competitividad al país, tendencia de salarios a la baja combinada con baja ocupación y un alto endeudamiento sea el programa económico adecuado”, aseguró.
El ex ministro sostuvo que durante un año fue cauto a la espera de resultados. “A veces es tiempo de ayudar callando para que las políticas den resultado”, dijo previo a desplegar su comparación más directa: “Pero ya tuvimos este modelo con los militares y en los noventa. No consigue dar resultados en los términos de un modelo de desarrollo”. “Se parece a la combinación de los 70 y los 90, con falta de competitividad por el dólar, una masa salarial débil y la búsqueda de endeudamiento para tirar para adelante, que después no termina generando lo que uno espera de un modelo económico”, agregó.
Ante el fallido pronóstico de lluvia de inversiones, el macrismo hizo en menos de un año de gestión nacional uso y abuso del financiamiento a través de deuda. Sólo con el sector externo y en moneda dura tomó ya unos 45 mil millones de dólares y un equivalente similar intra sector público y en letras del Banco Central. Según dejaron trascender desde el equipo económico que conduce el ministro Alfonso Prat-Gay, el objetivo será aprovechar el actual escenario de tasas bajas en el mundo, que podría revertirse tras la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, para colocar más deuda.
La posibilidad casi irrestricta de emitir deuda en momentos de bajas tasas de interés globales es una trampa en la que suelen caer los gobiernos, como el menemismo en los 90, debido a que cuando vuelve a acomodarse el precio del dinero (la tasa) el costo de refinanciación de esos compromisos los vuelve impagables. Los países terminan así, como la Argentina, con un default de su deuda. “Los que ganan con este dinero son muy flexibles cuando les conviene pero después no, y los efectos que dejan son muy negativos”, dijo Lavagna.
“No me gusta la permanente recurrencia del endeudamiento y muchas veces cuando es sólo para pagar gastos corrientes. Desendeudarse cuesta muchísimo. Todos recuerdan lo que fue quitarnos esa piedra que había quedado en 2001. Mucho trabajo y costo social. En cambio, aumentarla cuesta muy poco”, recordó el ex ministro a cargo de la primera reestructuración de deuda en 2005. En tal sentido, insistió en que las altas tasas de interés internas “no permiten la inversión y mucho menos a las pymes, mientras que esta falta de competitividad externa nos encierra más como economía”. Por último, pidió no responsabilizar a Trump de los efectos de la política actual. “Argentina no está en la primera línea de impacto. Las cosas que ocurran van a ser 80 por ciento por cuestiones locales”, concluyó.
Frigerio defendió al Gobierno
“Estamos ordenando la economía y desactivando las bombas que nos dejaron. Hace cinco años que el país no genera empleo en el sector privado. Tenemos el enorme desafío de recuperar la inversión local y volver al mundo para recibir inversiones internacionales”, afirmó ayer el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Las declaraciones del jefe de ministros fueron en referencia a los dichos del ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien comparó en una entrevista radial las actuales políticas económicas con las implementadas en la última dictadura militar y en los noventa (ver aparte). Como hace habitualmente, el ministro del Interior aseguró que la herencia recibida forzó al gobierno a implementar algunas de las políticas criticadas por Lavagna, aunque aclaró que esas medidas “son las más importantes, dentro del reordenamiento de la macro y microeconomía, cuidando en cada sector a la gente con medidas sociales muy puntuales”. “La verdad que me sorprendió la frase y no entiendo a qué se refiere”, concluyó Frigerio.
Fuente: pagina12.com.ar