El Gobierno nacional presentó oficialmente en el Congreso en las últimas horas la ‘Ley Ómnibus’, donde deberá ser analizada por una Comisión Bicameral. La misma incluye un paquete extenso de modificaciones, derogaciones y desregulaciones en los más variados ámbitos productivos, culturales y deportivos. Tal es el caso de la industria farmacéutica, sobre la cual a partir del proyecto se habilita la participación de las sociedades anónimas como propietarias de las farmacias, permite a las droguerías dispensar medicamentos recetados, desregula el expendio de medicamentos de venta libre y modifica el rol de las y los profesionales farmacéuticos.
Juan Perlotti, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Bahía Blanca, afirmó que «gran parte de lo que se propuso ya ha sido puesto en vigencia en la década de los ’90. Allí se desreguló todo lo relacionado a los puntos de venta de medicamentos, pudiéndose vender en cualquier lugar. Esto fracasó y permitió la venta de medicamentos fuera de la farmacia, dando vía libre a su falsificación. Se promovía que el medicamento pueda ser adulterado o vendido de manera fraccionada, sumado al robo de medicamentos por no tener control correcto de la cadena de comercialización. Desde el punto de vista sanitario fue un fracaso, y se pretende volver a esta situación. Es incomprensible, todo con el objetivo de hacer negocios para algunos».
«El DNU parece que fue escrito por ciertos empresarios con nombre y apellido. Es volver para atrás años de lucha y sacarle la jurisprudencia que tienen las provincias en materia de salud. Esto ya sucedió, se pretende de manera arbitraria volver a instalar este tema porque no han podido hacerlo a nivel judicial» Juan Perlotti.
Aún así, el farmacéutico fue cauto al recordar que «esto no entraría en vigencia hoy en la Provincia de Buenos Aires porque tenemos una ley provincial modelo, elogiada en muchas provincias y partes del mundo. En Buenos Aires no se podría avanzar, pero hay que estar atentos porque no sabemos hasta cuándo puede sostenerse. La semana pasada realizamos un acompañamiento al amparo que se presentó ante el DNU en la Justicia para hacer visible lo que está sucediendo».
A su vez, agregó también que «los medicamentos no son una mercancía más como se pretende instalar con este DNU, es un bien social. Que sea de venta libre no quiere decir que no sea peligroso, donde están desregulados han habido perjuicios y muertes por intoxicación; esto le abre las puertas a las adicciones. Es un modelo que ha fracasado desde el punto de vista sanitario. Los países de primer mundo ya revirtieron esto o están en camino a hacerlo, y hoy volvemos para atrás a una situación que ha costado mucho tiempo y esfuerzo instalar como es la regulación de los medicamentos».
Finalmente, Perlotti se refirió también a la importante suba en los precios de los medicamentos durante el mes de diciembre, al marcar que «los aumentos desmedidos nos perjudican. Al no regular los precios, se pone en riesgo el acceso a los mismos. Determinados pacientes deben optar entre llevar un medicamento u otro. También se pone en juego la cadena de pago porque a la obra social se le complica pagar la prestación. Estamos cobrando los medicamentos a 30, 60 o 90 días. El escenario inflacionario nos perjudica».
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