Jorge Marcovecchio, director del IADO

Ayer, en el marco de la visita de la Daniela Vilar a nuestra ciudad, el Ministerio de Ambiente provincial firmó distintos convenios con el Puerto de Bahía Blanca para la articulación de políticas públicas relacionadas con la sustentabilidad ambiental. Una de éstas se trata del fomento de estudios del hábitat marino de la región.

En concreto, a través del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO), se publicarán en una página web del Puerto distintos indicadores ambientales sobre la calidad del agua, diferentes cámaras en puntos claves del predio industrial y las documentaciones técnicas relacionadas.

Sobre esto el director del IADO, Jorge Marcovecchio, resaltó que «la idea es parte de una política integral de compartir el conocimiento con la gente. Nosotros lo que hacemos es poner a disposición los resultados de nuestros estudios para que la gente los tenga a mano, que el sistema sea transparente y nadie tenga dudas«.

«Desde el IADO vamos a tener informes usuales del monitoreo del estuario. Tenemos un sistema de boyas que capta la calidad ambiental del sistema a tiempo real. La página es absolutamente amigable, está hecha con tecnología actual y es gráfica para que todo el mundo la interprete» Jorge Marcovecchio.

¿Cómo llega el IADO a realizar este tipo de estudios? Marcovecchio detalló que «venimos haciendo controles del sistema desde 1997, lo que es inédito en el país. Cuando iniciamos este control lo hacíamos para la Cámara Regional de la Industria. Luego la Municipalidad se hizo cargo a través del CTE hasta el 2019. En pandemia se discontinuó y nunca se retomó. Afortunadamente el Consorcio nos invitó a reajustar el tema, y hoy está en marcha nuevamente».

A través de sus relevamientos, el oceanógrafo reveló que el estuario no tiene niveles preocupantes de contaminación ambiental: «Puedo asegurar que, en función a los compuestos potencialmente tóxicos que estudiamos, como metales, hidrocarburos, pesticidas o micro plásticos, la ría es un sistema que muestra impactos, pero de ninguna manera es un sistema en crisis como sí los hay en la Argentina. Los productos pescados en el estuario se pueden consumir sin ningún inconveniente. Sí hay un problema microbiológico motivado por los desagües cloacales, pero hoy no se está haciendo un control de ese estilo, no hay información pública».

Por último, el especialista dejó en claro que este proyecto de publicación de datos se irá ampliando con el tiempo, y que «estamos cerrando la construcción de un sensor de hidrocarburos en las boyas. Estimamos que va a estar funcional hacia fin de año. Por otro lado, el Consorcio de Gestión esta estructurando un sistema de estaciones de monitoreo de aire. El control ambiental del sistema va a ser permanente y concreto».


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