Uno de los ámbitos donde ha impactado de forma más evidente el DNU presentado por Javier Milei el 20 de diciembre es el de la industria yerbatera. Entre las desregulaciones y derogaciones de leyes que afectan la dinámica del sector, se destaca la eliminación de la facultad que tenía el Instituto Nacional de la Yerba Mate de fijar precios. Aunque los productores e incluso el Gobierno misionero han logrado la suspensión temporal de ciertas disposiciones del DNU, la principal preocupación del sector radica en la liberalización de precios, lo que podría llevar a la quiebra de numerosas empresas yerbateras.
Jonás Peterson, integrante del Consejo de la Asociación de Productores del Norte, detalló que «el DNU ya se aplica hace ocho meses y la situación se recrudeció. El libre mercado generó que haya gente que gana mucha plata en el sector comercial mientras que los productores ganamos muy poco, la situación es muy complicada. Sin la regulación de los precios el comerciante compra lo que necesita, nos desfinancian y debemos seguir igual con la cosecha. Con el libre mercado y la desregulación, sumado a la importación de yerba, nuestro negocio se está yendo por las nubes, desapareciendo. No pretendemos ganar más que nadie, pero no queremos que nuestro negocio desaparezca«.
Impacto del DNU 70 en el complejo yerbatero: junto a la inacción del PEN y la apertura indiscriminada de importaciones, desbalanceó la cadena productiva, cuya morfología expresa atomización en producción y concentración en industria.
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A ello, el productor agregó que «este año tuvimos una altísima producción, lo que se suma a la importación de yerba generando una sobreoferta. Hoy la industria paga lo que quiere, se stockea lo que necesita y paga lo que tiene ganas de pagar. A nosotros los productores nos pagan $300 por el kilo de hoja verde. Los comerciantes la pagan a $950 en el secadero. Viendo que el paquete está alrededor de $4.000, les deja más de $3.000 de ganancia por paquete a la industria de la comercialización. Nosotros ganamos $1.000 cuando el resto de la cadena gana $3.000, es muy injusto. Es mucha la diferencia entre la producción y lo que es empaquetar y vender».
Por último, Peterson marcó que «el libre mercado es muy perverso. Esta situación ya la vivimos en los ’90, pero ahora con una velocidad más acelerada y peor que aquel entonces. No puedo ver una salida en el corto plazo salvo caso que haya una marcha atrás de parte del Gobierno nacional en cuanto a sus políticas de libre mercado, que no aplican en las economías regionales. Esto no solo es problema de la yerba mate, afecta a todas las economías regionales que generan mucha mano de obra y moviliza a los pueblos del interior».
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Jonás Peterson, director del Instituto Nacional de la Yerba Mate