Según la consultora privada Scentia, durante el mes de julio cayó un 16,1% el consumo en las grandes cadenas de supermercados y los autoservicios. Se trata de la caída más abrupta en lo que va del año, con el acento puesto en los últimos días del mes. Esto genera expectativas aún más complejas pensando en el mes de agosto. ¿Qué sucede en los supermercados de Bahía Blanca?
Javier Báncora, dueño de la cadena de supermercados ‘La Banderita’, aseguró que «tenemos nuestras propias estadísticas que arrojan que la peor caída en el consumo la tuvimos en marzo con un 15%. A partir de ese momento se sostuvo un descenso paulatino pero cada vez menos abrupto: junio y julio los terminamos con 6% y 5.6% respectivamente, siempre en comparación con el mismo mes del año pasado. Lejos estamos de ponernos contentos por la caída del 6%; es muchísimo para un rubro como el nuestro donde los márgenes no son muy grandes».
«Si queremos ser optimistas podemos decir que el peor momento pasó, pero todavía hay que esperar. La económica está muy sensible y todos los meses tenemos que estar preparados para evitar que esta situación se agudice» Javier Báncora.
¿Qué otros datos pueden detallarse en cuanto a la dinámica de esta cadena de supermercados? «Si bien hay una caída en ventas, es por volumen pero no por cantidad de tickets. Es decir, viene a comprar la misma gente pero muchas más veces por mes, lo que marca que buscan aprovechar todos los descuentos semanales en vez de hacer una sola compra mensual, hacen compras más inteligentes. Después tenemos el tema de la variación de facturación, y que la caída es dispar según la ubicación de la sucursal».
Por último, Báncora marcó que «por suerte, esta caída todavía no nos ha llevado a achicar el personal. Mantuvimos nuestro plantel de trabajadores, aunque la caída sostenida desde marzo prende las alarmas. Le buscamos la vuelta vendiendo directamente a empresas o instituciones por fuera de lo que es el supermercado para mantener la facturación. Con eso mantuvimos la rentabilidad para mantener la cantidad de gente. Incluso llegamos a tomar algún trabajador en ciertas sucursales en particular. Los números son inquietantes, el 5% es muchísimo, muy fuerte para una PYME. Si no se generan nuevos lugares donde se pueda vender lo que compramos, es posible que haya una disminución del plantel«.