Continúa el reclamo de las y los profesionales del Hospital Garrahan por el fuerte recorte presupuestario que impuso el Gobierno nacional, siendo una institución pública y de excelencia, que se ocupa de la atención de niños y niñas en todo el país. Esto ha generado que desde el año pasado, el hospital ya perdió a 170 profesionales. Este jueves iban a realizar un paro, pero el gobierno de Milei dictó la conciliación obligatoria a último momento y suspendió cualquier medida de fuerza por 15 días.
Ivonne Malla, hepatóloga del Hospital Garrahan, explicó que «es importante destacar que el conflicto viene desde hace mucho tiempo. Hace años que venimos reclamando por mejores salarios y condiciones de trabajo, no solo para las y los profesionales sino para todo el personal del hospital. Se trata de un hospital de alta complejidad no solo por sus recursos materiales sino también humano, por lo que perder profesionales capacitados es muy grave. Los administrativos tienen sueldos de $800.000, algo imposible de sostener. Y además de los bajos salarios tenemos que atravesar circunstancias agobiantes a las que estamos expuestos todo el tiempo».
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«El Garrahan PARA y se MOVILIZA»▪︎ Becarios / Residentes
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«Hoy es un punto de inflexión, aunque venimos reclamando hace muchos años. La base del reclamo es el atraso en el salario, que en el último período ha sido feroz, aunque también por las condiciones de trabajo. Queremos que se reconozcan nuestras tareas, que pasen a planta contratados/as de cada sector y que se escuchen nuestros reclamos» Ivonne Malla.
En términos administrativos, la profesional detalló que «el Garrahan es un Hospital que funciona bajo la órbita de Nación en un 80%, y el 20% restante corresponde a CABA. Hoy se están dilapidando los recursos de un hospital que es único, esta situación es preocupante, y no tener respuesta la torna insostenible; si el hospital sigue funcionando es a expensas de nuestro esfuerzo personal. La presión que tenemos es enorme, ponemos nuestra salud física y psíquica en pos del cuidado de pacientes de alta complejidad, y queremos seguir haciéndolo pero con las condiciones de necesarias y el salario inicial igual a la canasta familiar, que hoy está en $1.8 millones. Son cosas lógicas que deberían ser escuchadas y atendidas».
Por último, Malla concluyó que «es una situación muy dolorosa porque tenemos la tarea de sostener la salud, además de acompañar a los pacientes y sus familias durante los procesos de la enfermedad, con el sufrimiento que conllevan estas patologías complejas. Sentimos que no hay un reconocimiento a nuestro trabajo. El Hospital no da para más, y las autoridades no tienen ninguna intención de trabajar sobre estos problemas. Es muy doloroso ver cómo vamos perdiendo profesionales, y ya no se llenan las vacantes de formación porque nadie quiere venir a sufrir. Con nuestras medidas de fuerza no queremos perjudicar al objeto de nuestras tareas, que son los pacientes pediátricos de mayor complejidad. Nosotros sostenemos nuestra labor de alta complejidad, pero el problema es que cada vez nos cuesta más».