Los últimos meses del año suelen ser época de un puñado de definiciones clásicas y trascendentes, como por ejemplo qué estudiar una vez finalizado el nivel secundario. Sin embargo y al margen de vocaciones muy definidas, elegir una carrera universitaria o terciaria requiere sopesar muchos factores y cuestiones singulares. Y en ese abanico, saber qué salida laboral tiene la profesión u oficio que se escoja puede resultar uno de los que tiene gravitación considerable. Ahora, ¿cómo saber cuáles son las áreas que más empleo demandan? Para responder a ese interrogante hay que acudir a múltiples fuentes de consulta. En el ámbito académico, un relevamiento realizado por Tiempo no encontró datos numéricos -certeros o aproximados- en la UBA, la Universidad Católica ni en las nacionales de Río Negro, Comahue o las flamantes del conurbano bonaerense. Sí surgieron cifras en la Universidad de La Plata (UNLaP), donde cada año encuestan a los graduados. El último de estos relevamientos -en un universo de 6500 consultados- determinó que la mayor salida laboral estaba en quienes tenían títulos relacionados a la informática, las ciencias económicas, ingeniería, ciencias jurídicas y sociales y médicas, entre otras carreras. El listado completo puede consultarse en la infografía que acompaña a esta nota.
Para Ignacio Ignisci, director de Vinculación con el Graduado de la institución, los resultados coinciden con «la lógica de mercado». «Hubo una revolución de las organizaciones y se necesita más personal para administrar y gestionar. Toda la demanda de ingenieros es por el modelo productivo y el avance relacionado con la tecnología de la información. Es una tendencia que se viene dando desde hace diez años de manera sostenida», explicó Ignisci.
En la Comisión Nacional Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) reafirmaron esta mirada: «En las ingenierías -aseguraron- hay un déficit anual de más del 40 por ciento. En la oferta de Derecho y las de Administración, ausencia de demanda. Por ejemplo, los inscriptos en Abogacía son tres veces más que en los países centrales. La concentración de la matricula (debido a la autonomía) es sobre una oferta de más de 4000 carreras y el 75% está inscripto en sólo once. Sería un buen aporte inhibir la inscripción en carreras tradicionales sin salida laboral».
Del lado empresario lo confirman: un sondeo de la consultora de recursos humanos Adecco Argentina, entre más de 250 compañías de distintos rubros, elevó a Ingeniería como la carrera del futuro y, dentro de ella, a la especificidad industrial; luego electrónica, química, petrolera, mecánica, civil, agrónoma y de alimentos. Los sondeados también alentaron el estudio de informática; administración de empresas, recursos humanos y marketing. En contrapartida, el relevamiento arrojó como opinión que existe una sobreabundancia de abogados, contadores y profesionales del sector administrativo.
Sobre las áreas que requieren mayor contratación de personal, la encuesta determinó que se trata de producción y mantenimiento (17%), seguida por operaciones (10%), administración y finanzas (9%) y, en menor porcentaje, las comerciales y técnicas, atención al público, recursos humanos y tecnología. Este último dato coincide con las demandas de perfil que maneja el sitio Bumeran.com (ver también infografía).
Otra fuente para tener en cuenta a la hora de definir el futuro, en cuanto a estudios se refiere, es revisar el listado de las cerca de 300 especialidades incluidas en el Programa Nacional de Becas Bicentenario (PNBB), disponible completo en
El estímulo parece haber dado sus frutos. Según datos analizados por el Programa Educación, Economía y Trabajo en el Instituto de Investigaciones de Ciencias de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, los estudiantes, nuevos inscriptos y egresados de títulos de pregado y grado de carreras de ciencias básicas del sistema universitario crecieron un 25,47% entre 2005 y 2012; de las aplicadas, un 23,78, y de las humanas, un 19,62 por ciento.
La secretaria de Asuntos Académicos de la UBA, María Catalina Nosiglia, reafirma que las carreras de mayor salida laboral son las relacionadas al modelo productivo del país y que más recientemente se sumaron las audiovisuales (comunicación, diseño de imagen y sonido, diseño gráfico y de indumentaria y textil); las ingenieras y las informáticas y digitales. De todos modos, aclaró que el hecho de que la carrera «no tenga salida laboral no quiere decir que no tengan sentido», y agregó: «Nosotros somos una universidad universalista. Tenemos todas las disciplinas y no respondemos a las tendencias del mercado.»
Nosiglia confirmó que conocer la salida laboral es un factor de peso para el futuro estudiante a la hora de elegir una carrera. «La orientación vocacional también es profesional -señaló-. Una buena orientación vocacional incluye una mezcla entre lo que los chicos creen que les gusta hacer y para lo que creen que se sienten capaces. Pero cada vez más se fijan de qué voy a trabajar y en que campos hay más demanda». Finalmente, la secretaria de Asuntos Académicos subrayó: «Las universidades tenemos que trabajar fuerte en formación docente de nivel medio y articulación con los últimos años. Hay que trabajar para despertar vocaciones científicas antes de que lleguen a la universidad porque si no después es un poco tarde.»
Los especialistas suelen aclarar que los 18 años puede no ser la edad obligatoria para definir una carrera o vocación, y también que la elección puede variar o transformarse una vez que se ingresó al sistema. Lo que sí está claro, y los números lo avalan, es que a mayor nivel de estudios alcanzado es más fácil conseguir trabajo.
Fuente: Infonews