A lo largo de los últimos doce meses se perdieron 119.500 empleos registrados. Las cifras para octubre representan la destrucción de 1 de cada 100 puestos de trabajo que existían un año antes. La crisis se aceleró con la corrida cambiaria y consecuencias del ajuste recesivo ofrendado por el gobierno para acceder al financiamiento del FMI. El impacto estuvo concentrado entre los asalariados del sector privado donde se contabilizan 69.900 trabajadores menos que un año atrás. Las industrias manufactureras explicaron la mayor parte de ese retroceso. Arrastradas por la contracción del mercado interno, el incremento en los costos por la devaluación y el ahogo financiero tras la suba de tasas, contabilizaron 49.500 posiciones menos que el mismo mes de 2017.
Hablamos con Hugo Yasky, Secretario General CTA y Diputado Nacional Unidad Ciudadana.
«Se perdieron 119.500 empleos registrados, es un dato demoledor para las expectativas de aquellos que aún están desocupados».
«La continuidad de la pérdida del empleo muestra que es la peor situación para quienes dependen de un salario: la combinación de la recesión con la inflación.»
«Menos actividad económica, menos recaudación del Estado, falta de trabajo. Si no tengo mercado interno, no puedo depender de los préstamos externos».
«El 22 de febrero el Partido Justicialista deberá convocar a todos los sectores. Hay que tratar de conformar a un gran frente nacional capaz de encontrar una salida política a este gobierno de ajuste».