La comitiva argentina que visita las islas Malvinas realizó un homenaje en el Cementerio de Darwin del archipiélago, donde están enterrados los caídos argentinos en la guerra de 1982, y la emotiva ceremonia terminó con un minuto de aplausos para «recordarlos con alegría» a 35 años del conflicto.
En la tarde ventosa del martes, la comitiva de la Comisión Provincial de la Memoria de Buenos Aires que se encuentra en Malvinas (Falkland, para Reino Unido) colocó un cartel en cada una de las tumbas de los 123 soldados argentinos «solo conocidos por Dios».
El letrero depositado en las lápidas de los caídos no identificados exige en español e inglés conocer su «identidad» y reclama «verdad, justicia y soberanía».
Ernesto Alonso, referente del Centro de Excombatiente en Islas Malvinas de La Plata (CECIM), hizo un homenaje a Dante Pereira, un amigo suyo de la infancia que también fue enviado a luchar en las islas.
Con apenas 20 años, Pereira dejó su vida en defensa de la soberanía argentina y fue reconocido por llevar una placa identificatoria.
«Todos estos jóvenes que murieron tenían un proyecto de vida; eran hinchas de un club; tenían una novia, una madre, una familia; lamentablemente la guerra les truncó la vida; Dante fue uno de los compañeros que murió», dijo Alonso antes de quebrarse en llanto al recordar a Pereira, amigo desde la primaria.
«Murió el 11 de junio de 1982 y fue reconocido posteriormente después de esos días; es una particular visita con todos ustedes, por eso surge tanta emoción; queremos que así como Dante el resto sea identificado», prosiguió.
El excombatiente destacó en su homenaje la importancia del «proceso histórico» de identificación de los restos de soldados argentinos a 35 años del conflicto a cargo del Comité Internacional de la Cruz Roja que se espera comience en los próximos meses.
Alonso recordó «el derecho a la identidad» de los caídos, «que ofrecieron la vida en representación de todos los argentinos en el mundo.
Luego, invitó a todos los presentes a «recordarlos con alegría, porque eran jóvenes», y propuso «un minuto de aplausos», en lugar del tradicional silencio de los homenajes a personas fallecidas.
«A todos los compañeros aquí presentes los recordamos con alegría», repitió Alonso en medio de la ovación de la comitiva.
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas, afirmó con la voz quebrada por la emoción que los caídos de Malvinas son «los verdaderos patriotas» de este siglo».
Junto a Yamila Zavalla Rodríguez, cuyos padres desaparecieron durante la dictadura militar que gobernó Argentina desde 1976 a 1983, Cortiñas invitó al grupo presente en el Cementerio de Darwin a pronunciar la tradicional exclamación en memoria de las víctimas de esa época: «¡Presentes! ¡Ahora y siempre!»
«No los olvidaremos jamás, como no olvidaremos a nuestros 30.000 compañeros detenidos desaparecidos; ellos, los 30.000 detenidos desaparecidos están presentes, ellos están aquí; seguiremos luchando todos por la soberanía, la memoria, la verdad y la justicia», dijo la activista.
Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, recordó a figuras de la lucha por los derechos humanos que no pudieron acudir a esta cita y que en la época de la dictadura «tuvieron el coraje de entrar de «prepo» (a la fuerza) a los cuarteles a rescatar información».
«Hay que parar el cuerpo para que lo alcance el alma, me parece que eso es la fuerza del espíritu y la consciencia», expresó Pérez Esquivel.
En el servicio memorial también se leyó un poema escrito por Gustavo Casa Rosendi, escritor de la ciudad de La Plata que luchó en la Guerra de Malvinas.
Finalizado el acto, la delegación viajó hasta el Cementerio de San Carlos, donde yacen las víctimas británicas, y allí depositaron una placa pidiendo por la paz y el diálogo directo con los isleños.
Fuente: tiempoar.com.ar