El Gobierno nacional confirmó durante el fin de semana la intervención del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete que encabeza Nicolás Posse. El organismo, encargado de garantizar el derecho a la comunicación en todo el país, será gestionado por el abogado Juan Martín Ozores.
Gustavo López fue vicepresidente del ENACOM durante el Gobierno anterior, y aseguró en comunicación con Radio Urbana que «es una medida absolutamente autoritaria. El organismo tiene una conducción colegiada donde el Congreso propone a tres miembros del directorio. Con la intervención cancelás la participación parlamentaria en un sector tan critico como es la comunicación. Sin Congreso no hay sistema democrático. Interviene el ENACOM, eliminando la participación del Congreso en la fijación de políticas publicas en lo que tiene que ver con la comunicación en Argentina, tanto en temas de acceso y distribución de internet como en temas de medios de comunicación».
«Nosotros llegamos en 2019 y el organismo también tenia juicios. Hasta la gestión de Macri convivió con los tres representantes del Congreso, dos de los cuales eran de la oposición. Sabemos qué dotación de personal tenemos, cuáles son sus tareas y con qué fondos se cuentan» Gustavo López.
¿Cuáles serían las primeras consecuencias del ajuste en materia de comunicaciones? «Van por todo, van por los fondos de dotación comunitaria que nos han permitido avanzar en conectividad de barrios populares. Hay grandes porcentajes de población que se quedan sin un servicio esencial porque no es negocio. Estamos hablando de algo esencial, una herramienta sin la cual quedaste afuera del mundo».
En cuanto a la importancia del organismo, López destaco que «es el encargado de dar y quitar licencias, regular los precios, quien aprueba la compra de una radio o canal, todo debe pasar por el ente regulador. Este no impide sino que regula para dar seguridad jurídica a la gente. También regula al correo, son servicios esenciales. Acá no hay mercado perfecto, hay solo tres servicios de celulares. Si no existiera ARSAT, el servicio de cable y telefonía se cobraría en dólares y 10 veces más caro porque la empresa le vende a los que prestan servicio de internet, y acomodó el mercado a valores accesibles. Estarías privando de un servicio esencial a gran parte de la población«.