Trepó el día de ayer nuevamente el dólar oficial minorista, que cerró la jornada del jueves con una suba del 4,15%, alcanzando a $1.380, su valor nominal más alto del que se tenga registro. Se trató de una suba de $55 frente al cierre anterior, mientras que el acumulado durante el mes de julio llegó al 13,6%, aumentando en $165.
Gustavo Burachik, doctor en Economía de la UNS, afirmó que «este aumento se debió a dos fenómenos simultáneos: En primer lugar la menor oferta del sector agropecuario de dólares, algo que se concentró en el primer semestre. Sumado a esto está la operación muy grande en pesos que hizo el BCRA y salió desastrosamente mal, lo que liberó muchos pesos en el sector financiero. Por eso vemos una suba tanto del dólar como de las tasas de interés, algo que agrava la situación económica general. Nos acercamos a una situación de fragilidad extrema de la actividad económica, con un Gobierno que fracasó en el cumplimiento del objetivo de acumulación de reservas del FMI. Hoy se encuentran renegociando la meta de acumulación para noviembre, y va camino a un nuevo default de la deuda externa«.
¿Cómo juega en todo esto el modelo de flotación entre bandas del tipo de cambio? El economista marcó que «en ese sentido hay un dato fundamental: los operadores financieros están comprando dólares a futuro a precios superiores de la banda para diciembre. Un amplio sector del sistema financiero no cree que el Gobierno sea capaz de mantener el dólar debajo del techo porque no tiene reservas para vender cuando se alcance. No han logrado acumularlos para hacer esa intervención, y el mercado cree que no podrán intervenir para frenar el dólar cuando el mercado lo lleve al techo de la banda».
Sobre el impacto de esta suba en los precios minoristas, Burachik concluyó que «veremos qué pasa en las primeras semanas de agosto, porque vimos que las empresas de alimentos entregaron sus listas en las primeras semanas de julio y se dio un desajuste entre la segunda y la tercera semana. Habrá que ver cuál es el impacto en la nueva lista de precios, aunque es probable que las empresas de alimentos pasen la devaluación a precios al tenerlos dolarizados. Además, hay pendientes aumentos de los combustibles, alquileres y servicios, por lo que podría haber un recalentamiento de precios en agosto».