Según los últimos relevamientos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), fueron despedidos/suspendidos 177.657 trabajadores en nuestro país en los primeros meses del 2024, en su mayoría en el ámbito de la construcción. Dentro de ese dato, 29.604 de las desvinculaciones relevadas fueron en el sector público.
Guido Bambini, economista del CEPA, aseguró que «estamos hablando de casi 8.000 empresas que han despedido trabajadores, de las cuales el 99% son PyMEs. Es un panorama muy complicado en este primer semestre de gestión. El 56% de los despidos está vinculado con la construcción, producto de la paralización de la obra pública y la consecuente merma de la obra privada. Cuando miramos las partidas que se llevaron el mayor ajuste para financiar el superávit, las de obra pública son las segundas detrás de las jubilaciones. El otro 43% son trabajadores de la industria por la caída en la demanda tras la pérdida de poder adquisitivo».
Según relevamos, en el primer semestre de Milei, los despidos y suspensiones alcanzan los 177.657 casos.
Detrás de ese número, hay ejemplos concretos de empresas en crisis y trabajadores/as que perdieron su fuente de ingresos. Nos propusimos resaltar algunos casos testigo ? pic.twitter.com/jiq5Te0gya
— Centro CEPA (@ctroCEPA) July 23, 2024
«De 2003 a 2015 se crearon casi 4 millones de puestos trabajo y no se flexibilizaron las condiciones. En los 90′ sí, y terminamos con un 20% de desempleo en 2001. Hay que discutir algunas cuestiones relacionadas al mundo del trabajo, pero la flexibilización termina en beneficios directos para los empleadores, sin que eso genere más empleo» Guido Bambini.
En ese sentido, agregó que «en este período el sector privado perdió 10 puntos de poder adquisitivo, y el público 21, lo que te da la pauta de cómo cae la economía. Los únicos nuevos empleos que aparecen son precarios. No encontramos indicadores que planteen un aumento en la inversión privada, y teniendo en cuenta el retiro de la inversión pública, no se avizora un aumento en la producción ni el empleo. Quien está fuera del sistema, le costará encontrar trabajo de buena calidad en el futuro próximo».
Por último, Bambini planteó que «la recesión se está alargando mucho, se ha configurado una caída con un posterior estancamiento considerable. No diría que fue buscado, ninguna administración quiere que se pierdan 178.000 puestos de trabajo, pero era evidente que esta caída iba a derivar en un aumento del desempleo. Todo indica que llegaremos a los dos dígitos de desocupación para fin de año. Los sectores industriales y centros urbanos es donde más está pegando la desocupación. En el AMBA y centros industriales de Córdoba y Rosario son las zonas más afectadas, no así los sectores como el agro y la minería, que están desancladas de la macroeconomía argentina. Ahí se ven aumentos sostenidos en la producción por su competitividad intrínseca».