En el marco de reactivación social y económica iniciado desde la pospandemia luego del COVID-19, uno de los sectores de mayor avance ha sido el de la gastronomía, tanto a nivel nacional como local. La semana pasada, analizamos con el economista Santiago Manoukian las causas de este fenómeno que se da aún en un contexto de crisis inflacionaria. En ese sentido, quien dio su postura fue Graciela Kundt, secretaria general de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) seccional Bahía Blanca.
La dirigente señaló en primer lugar que «para nosotros esto es una alegría, a pesar de lo que venimos pasando. Si pasas por los establecimientos gastronómicos, la mayoría están completos, trabajando a full. Esto es muy importante por lo que pasamos en pandemia, donde la mayoría tuvieron que cerrar. Esto se ve reflejado en el pedido de trabajadores en blanco».
«Hoy un mozo tiene un salario promedio $72.997 por 8 horas de trabajo. Hay mucha hora extra; algunos la pagan y otros no. Esto al margen de la propina, donde hay algunos establecimientos que hacen un pozo común, y otros donde cada empleado se queda con lo que cada persona les deja» Graciela Kundt.
Un dato que grafica la dificultad atravesada por el rubro en pandemia es que «en Bahía Blanca y la región hubo una baja del nivel de empleo gastronómico. En pandemia tuvimos una baja de más de mil afiliados, pero entiendo que los vamos a recuperar. De 3.000 que teníamos, llegamos a tener 1.900. Yo calculo que para fin de año vamos a tener una gran cantidad nuevamente».
Por otro lado, Kundt reveló que este mes cerraron un nuevo acuerdo paritario, a través del cual las y los trabajadores gastronómicos «tuvieron un aumento del 65% en distintos tramos. Se termina de cobrar en Mayo de 2023. Los incrementos fueron importantes, pero la economía del país hace que quizás el año que viene ya no sirva. Yo creería que habrá posibilidad de reabrir las paritarias si es necesario».
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