Gonzalo Semilla, economista jefe del CREEBBA

La dinámica de los alquileres en Bahía Blanca presenta diversas complejidades atravesadas por el déficit habitacional. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en nuestra ciudad el 26% de los bahienses alquilan, por encima de la media nacional.

En este sentido, el CREEBBA desarrolla a nivel local el Índice de Precios Alquiler (IPA). De este modo se logra una aproximación a la variación de los valores del precio de los alquileres en Bahía. Se trata de una representación del valor local que tiene el metro cuadrado promedio del alquiler de casas y departamentos. El jefe del Centro, Gonzalo Semilla dijo en Total Normalidad que «los alquileres son bastante complejos, es lo que a las inmobiliarias les genera movimiento de dinero».

Desde el lado del inquilino sabemos que en Argentina hay un gran déficit habitacional. En las canastas de consumo nunca están contemplados los alquileres.

«Antes de la Ley de alquileres, había una desprotección porque estaba librado al azar del mercado», analizó Semilla. Y agregó: «Con esta ley se intentaba protegerlos con la renovación de contratos cada 3 años, y los valores regulados a través del Banco Central con un promedio entre el índice inflacionario y los salarios, por el otro».

Vale marcar que, tomando como referencia la aplicación de la esta ley a fines de junio de 2020, durante el primer año el aumento de este índice fue del 71%. Si se considera lo ocurrido hasta noviembre de este año, el aumento acumulado fue del 309%, superando el valor del Indice de Contratos de Locación para el mismo período (193%).

Sin embargo, este marco regulatorio «con una inflacion del 90% este año por encima del salario, hace que el índice del contrato de locación sea inalcanzable». «Si la inflación baja a números razonables el salario iría de la mano, por lo que este índice sería más estable», aseguró el economista.

En cuanto a los propietarios, desde el CREEBBA explicaron que «la rentabilidad de una propiedad para alquilar es del 3% o 4% anual, entonces los propietarios lo sacan del mercado». Ante esta crisis de la oferta, observaron que «desde entrada en vigencia la nueva ley desapareció el 73% de la oferta.

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