El Centro Regional de Estudios Económicos de Bahía Blanca lanzó un informe en el que se detalla particularmente el impacto que ha tenido la inundación del pasado 7 de marzo en el sector comercial y productivo de nuestra ciudad. En ese sentido, se destaca que el 43% de los encuestados sufrieron la disminución significativa de los márgenes de ganancias, siendo el rubro comercial el más afectado.
Gonzalo Semilla, economista jefe del CREEBBA, detalló que «nuestro habitual Informe Económico Regional, que abarca a Bahía Blanca y varias ciudades del sudoeste bonaerense, nos dejó datos excepcionales sobre los impactos de la inundación, por lo que nos pareció bien agregar algunas preguntas cualitativas que nos den un panorama más completo sobre este evento climático. El mismo impactó fuertemente al sector comercial, con un promedio de cada local de entre 8 y 9 días hábiles sin poder abrir. La mitad de marzo estuvo cerrado, lo que significó una caídas en las ganancias y sus márgenes, porque directamente no se pudo vender nada».
🔎El salario real acumula un retroceso del 1,8%. En términos interanuales se observa un incremento del 5,7%.@luiscampos76 @FinanzasArgy @JuanMGrana @JPAperiodista @marianoemartin @jmtelechea @arielmco @JavierBlancoOK @sofiaterrile @jultarres pic.twitter.com/MVIJtGKmzg
— CREEBBA (@creebba) May 22, 2025
«Las expectativas de los comerciantes son positivas por el contexto macro, por el tipo de cambio relativamente estable, la no hay intervención del Estado. El empresario mira esas variables, y no tanto la situación de los salarios» Gonzalo Semilla.
A su vez, el economista agregó que «muchos de los dueños de los comercios han sufrido un triple impacto: por un lado se perdió mercadería en cada local, necesitando reabastecer, reinvertir o asumir nuevos costos por arreglos estructurales. Por otro lado, el 50% de los encuestados han sufrido pérdidas en sus hogares, y a su vez, más del 70% de las empresas debieron ayudar a sus empleados con dinero o mercadería por los mismos motivos, y el dinero sale del mismo bolsillo. Es un gran esfuerzo que debió afrontar el empresario, además del trabajo intenso para poder volver abrir a los 8/9 días».
Una de las variables consultadas tuvo que ver con el requerimiento de asistencia de los comercios al Estado en cualquiera de sus tres niveles: «El 70% nos dijo que no solicitó asistencia estatal. Del 30% restante, un poco más del 10% no vio avances en sus solicitudes. Muchos dueños de comercios eligieron no ir al banco porque implica endeudamiento, que no es lo mismo que pedir un subsidio. Las tasas son altas, y los bancos piden mucha documentación que varios empresarios perdieron en la tormenta. En muchos casos, el empresario fue al proveedor pidiéndole que lo espere un poco, y se salvó con financiamiento propio».