El ministro de Justicia, Germán Garavano, aseguró que «sigue habiendo en algunos fiscales y eventualmente en algún juez obviamente alguna influencia» del kirchnerismo e insistió en pedir la renuncia de la Procuradora General, Alejandra Gils Carbó, al sostener que «no ha encarado el combate de la corrupción».
«La Procuración no ha encarado el combate de la corrupción, del delito. Ha crecido la cantidad de recursos que se le han asignado en los últimos cuatro años de forma exponencial, y la cantidad de personal asignado y eso no se ha visto traducido en resultados ni de cara al combate del delito ni de la corrupción», opinó el funcionario nacional.
«Está siendo investigada por sus propios fiscales, lo cual genera una situación de crisis institucional que no recuerdo haya pasado en el país», destacó en declaraciones a Radio 10.
Garavano resaltó además que un «fiscal general es el que tiene que encargarse de perseguir el delito, la corrupción, más allá de las consideraciones políticas, militantes».
«Sigue habiendo en algunos fiscales y eventualmente en algún juez obviamente alguna influencia, pero después tenemos algunos problemas estructurales que hacen a todas las clases políticas, y está esta cuestión de que la Justicia se queda en la etapa preliminar, que es la investigación preparatoria», consideró.
En este sentido subrayó que «la Justicia argentina tiene un problema estructural, y es que nunca terminó de pensarse de cara a lo que brinda a la población, que es solucionar conflictos».
Garavano calificó de esta manera al Poder Judicial con «4 puntos, no más de 5», aunque aclaró que a los tribunales federales «no los aprobaría» y que «le pondría un 3 porque en este último tiempo ha empezado a moverse, le pondría una calificación aún más baja».
«Sacando a las personas, hay dificultades estructurales: el tema de los grandes expedientes todavía en papel, hay dificultades de cultura, de interferencia política y malas designaciones», comentó al respecto.
El ministro celebró también la aprobación del juicio político al juez Eduardo Freiler y lo calificó como «un avance hacia la institucionalidad: nadie está eximido a rendir cuentas. Perdió la impunidad».
Fuente: ambito.com