El Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires detalló que ya son más de 13.000 los casos de dengue confirmados en esta temporada. Y puntualmente, la última semana representó un aumento del 76% en la incidencia de casos. Hasta el momento, son 31 los municipios bonaerenses declarados con brote de dengue, entre los que se encuentra Bahía Blanca. En nuestra ciudad ya se detectaron siete casos autóctonos.
Gabriela Rozas Denis, coordinadora del programa de prevención del dengue del Municipio, aseguró que «por primera vez tenemos casos de personas que han confirmado dengue sin antecedentes de viajes a zonas típicas de la enfermedad, considerándose autóctonos. Por eso las tareas permanentes de prevención en la ciudad, que son distintas cuando hay casos sospechosos o confirmados. Lo que hacemos inmediatamente es el control de foco y hacer un trabajo de bloqueo por rociado químico. Si hay casos confirmados o sospechosos iniciamos un protocolo de ir casa por casa identificando si hay criaderos, y se hace el rociado. A su vez se llevan adelante tareas preventivas colocando contenedores en distintos puntos de la ciudad donde sabemos que pueden haber mosquitos con dengue. Hacemos trabajos de limpieza y descacharrización para limpiar la zona».
«Hoy hay siete casos autóctonos en la ciudad detectados este año, y sigue siendo bajo en proporción al índice cada 100.000 habitantes. Al tener casos autóctonos tenemos que redoblar esfuerzos en la prevención e información» Gabriela Rozas Denis.
¿Qué puede hacer cada persona para prevenir la cría de mosquitos? «Hay que reiterar las medidas de prevención que puede tomar cualquier persona, tiene que quedar claro cómo controlar las poblaciones del mosquito portador, son tareas sencillas y con cero costo. Hay que tener una vigilancia estricta del agua estancada que pueda existir en el hogar, tirar agua hirviendo en las rejillas de la casa por lo menos una vez por semana para destruir los huevos. Hay que salir al patio a ver si se juntó agua en algún lado, en las macetas, en las plantas suculentas, algún juguete o balde que quedó afuera, son todos lugares donde los mosquitos pueden poner huevos».
Por último, Rozas Denis aseguró que para llevar adelante todas estas tareas «se necesita mucha gente, y a partir de hoy se han acoplado voluntarios de ciencias de la salud y biología de la UNS. Se los ha capacitado para abordar al vecino en caso de ingreso a las viviendas, detectar los criadores, dar información breve y concisa, sin alarmar pero teniendo en cuenta la importancia del compromiso con la comunidad. La ‘ventaja’ que nos da el dengue es que no se transmite de persona a persona. Si eliminamos los criaderos, ya cortamos parte importantísima de la transmisión. Hay que vigilar también los síntomas como la fiebre muy alta y el dolor de cabeza. En ese caso, le pedimos a la gente que no se automedique y acuda a una unidad sanitaria o una guardia hospitalaria. Puede ser un caso sospechoso y podremos tener tiempo para actuar».