Gabriela Bes, directora del Instituto Biológico Tomás Perón

La Argentina, la Provincia de Buenos Aires y nuestra ciudad particularmente atraviesan el peor brote de dengue del que se tenga registro en la historia. En nuestra ciudad, la Secretaría de Salud comunicó que 77 personas que contrajeron la enfermedad este año, y 34 de ellos son casos autóctonos. En ese contexto, el Gobierno provincial ya produjo 13 millones de litros de repelente para prevenir la enfermedad.

Lo hizo a través del Instituto Biológico Tomás Perón, y su directora Gabriela Bes detalló en comunicación con Radio Urbana que «el Instituto es una dirección provincial del Ministerio de Salud, y abarca tanto producción como de control de calidad. Se producen medicamentos, sanitizantes y productos biológicos, y se controlan alimentos, agua, y envases en contacto con alimentos. Nosotros veníamos produciendo repelentes, ya el año pasado habíamos tenido un problema con dengue y sabíamos que podíamos pasar por lo mismo este año. Compramos los insumos a finales de 2023, y al quedar desabastecido el mercado por la monopolización del producto, nosotros pudimos seguir produciendo al haber previsto esta situación«.

«Se tomó la decisión de no transformar una Dirección provincial en un laboratorio sociedad del Estado. Se presentó un proyecto de SAPEM con la construcción de un laboratorio nuevo de producción de medicamentos, cosméticos y productos biológicos. Espero que los legisladores vean la necesidad de la población, y que el Estado provincial pueda dar respuestas» Gabriela Bes.

La funcionaria aseguró que «la decisión fue fortalecer la producción. Hoy estamos haciendo 10.000 frascos semanales de 100 mililitros de repelente. La prioridad en la distribución es para los pacientes internados, después para centros de salud y en jornadas barriales, con las capacitaciones de descacharrización. Sucede es que desde diferentes lugares nos contactan para empezar a producir, y si tenés personal capacitado y establecimiento habilitado para realizarla, podemos dar una mano. El ITP no da a basto para la cantidad de gente que tiene la Provincia, y si hay lugares con personal capacitado, sería genial que nos ayuden a emprender la producción. El verano que viene estaremos en la misma situación, y se hace imposible en barrios populares comprar un repelente con el precio que tiene».

En ese sentido, Bes reveló que «ya estamos preparándonos para el próximo verano. Tenemos que crear hábitos de conducta mas allá de la colocación del repelente: asegurar en casa los mosquiteros, ver dónde puede haber pequeños depósitos de agua para limpiarlos, tener la mirada en los techos donde hay membranas que se levantan y hay pequeños cúmulos de agua. Eso es suficiente para que la mosquita pueda poner las larvas. El repelente es una alternativa, sin ser la única«.

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