Frente a un alza de la inflación que ya superó el 45 por ciento, el ministro de Hacienda dijo que ocurrió por “ajustes de precios de una sola vez”, que en campaña electoral negaba que se pudieran producir.
Luego de haber asegurado la semana pasada que el país había comenzado a mostrar signos de recuperación de la actividad económica, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, dijo ayer que los esfuerzos por contener la inflación están produciendo los resultados esperados. “Pusimos el foco en la segunda mitad del año y explicamos que en ese semestre íbamos a ver cómo bajaba (la inflación) al 2 por ciento en septiembre y a 1 por ciento en diciembre”, afirmó durante una conferencia de prensa para presentar el detalle de las alternativas para acceder al blanqueo de capitales. Cuando todavía resta parte del traslado del aumento de costos de los empresarios a los precios, la resolución judicial de los tarifazos pare este año y los del próximo y los incrementos por desabastecimiento de productos de la canasta básica, el ministro sostiene que en 2017 se logrará la meta prevista de entre 12 y 17 por ciento. Este año se estima que la inflación superará holgadamente el 40 por ciento. Prat-Gay aseguró que eso se debió a que en el primer semestre “confluyeron varias cosas excepcionales, ajustes de precios de una sola vez”, que impidieron cerrar con un 25 por ciento.
Entre los puntos excepcionales a los que se refirió el funcionario se encuentran el tarifazo y la escalada de precios que desencadenó la mega devaluación de la moneda. Prat-Gay había insistido durante la campaña electoral que el mercado ya descontaba un tipo de cambio más cercano al precio que regía por ese entonces en el mercado informal. Su predicción fue entonces que la devaluación no tendría impacto en los precios internos. Producido el salto cambiario y la consecuente estampida inflacionaria, el funcionario sostuvo a principios de año que “el costo de la salida del cepo fue una pequeña joroba en la inflación”. Sin embargo, la suba del dólar, la desregulación del flujo de capitales y la quita de retenciones –junto con los aumentos de los servicios públicos– desembocaron en una inflación que superó sólo en el primer semestre la pauta para este año del 25 por ciento y los jorobados terminaron siendo los salarios. Es por eso que los principales gremios presionan para reabrir paritarias.
“Nosotros tenemos un programa de baja gradual de la inflación que apunta a niveles de 5 por ciento para el 2019. Eso es lo que estamos tratando de llevar a cabo, en sintonía con el Banco Central de acuerdo a las competencias de cada institución. Estamos en ese carril y creemos que se están dando las pautas que planteamos”, afirmó el ministro, acompañado por el titular de la AFIP, Alberto Abad.
Antes de explicar el detalle de la operatoria de blanqueo (ver aparte), el titular de Hacienda hizo un alto en su discurso. “Quiero compartir una noticia de la última media hora. Es el primer dato de inflación del segundo semestre. Y ustedes están muy ansiosos por conocer datos del segundo semestre”, arrancó Prat-Gay. El misterio que le imprimió se encuadró en la promesa oficial de un segundo semestre más venturoso para el país. El preámbulo del ministro fue para comentar el dato de inflación de Córdoba, el cual exhibió un incremento en julio del 1,7 por ciento. “Es el registro más bajo en casi un año y la confirmación que estábamos esperando”, aseguró el ministro, quien buscó mostrar esa cifra como un reflejo nacional. No obstante, reconoció que “falta ver la publicación de la ciudad de Buenos aires y la del Indec”. “Si hacemos un promedio, vamos a estar en un 2 por ciento en julio, que es el nivel que nosotros decíamos que íbamos a llegar en septiembre”, aseguró el ministro.
El dato de una localidad no es representativo a nivel nacional y la situación de la actividad económica de Córdoba, una de las provincias más afectadas por el parate industrial, dista de ser un ejemplo de recuperación. Pero respecto a esa parte de la realidad cordobesa, Prat-Gay no hizo referencia.
Fuente: pagina12.com.ar