Esta semana se cumple un mes del doble anuncio económico por parte del Gobierno nacional, donde firmó el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, mientras que se levantó la restricción para la compra de dólares a la población. ¿Cuáles han sido las consecuencias más inmediatas, y qué expectativas hay hacia adelante?
Francisco Cantamutto, economista e investigador del IIESS-CONICET, aseguró que «hace un mes que nuestro país se convirtió en el principal deudor con el FMI, teniendo el 42% de la deuda que ellos emiten. . El Gobierno festejó ayer una inflación que dio por debajo de abril, pero por encima de todos los indicadores del ultimo año; lo ven como una gran victoria porque con la salida del cepo podía ocurrir que se corriera el tipo de cambio a la banda superior, y que eso tuviera un impacto inflacionario. Eso no ocurrió, el dólar se mantuvo a costo de perder divisas de las reservas, incumpliendo con lo acordado con el FMI».
«No hay dólares para todos, porque a las empresas no se les permitió enviar al exterior las ganancias del año pasado; es una demanda cautiva que presiona el valor del dólar. El BCRA evita comprar y las reservas están cayendo, y por eso interviene en el dólar futuro. EL FMI les dará una dispensa y podrá seguir con su programa» Francisco Cantamutto.
En cuanto a la necesidad de sostener los precios evitando una estampida inflacionaria, el economista destacó que «hay dos elementos que el Gobierno está utilizando: por un lado la cadena de aprietes a los supermercados pisando los precios de los productos, a lo que se suma la negativa a otorgar aumentos salariales u homologar acuerdos salariales, incluso cuando no les afecta en sus propias finanzas. El ancla salarial y el apriete se explica por estos motivos, ya que el Gobierno sabe que su estabilidad depende de tener dólares en el Banco Central, y que no ha podido retener todo lo que le entró del acuerdo con el FMI hace tan solo un mes. Cuando termine la liquidación del campo se queda sin entrada de dólares y algo debe hacer, por eso ya se habla de un nuevo blanqueo de capitales».
Como conclusión, Cantamutto marcó que «está claro que el Gobierno esta muy preocupado por la imposibilidad de juntar divisas, lo que queda expresado cuando vemos que a menos de un año ya busca un nuevo blanqueo de capitales. El Gobierno nacional interviene constantemente en el tipo de cambio tratando de anclar las expectativas con ventas de títulos públicos, que se pagan en pesos y resguardan su valor en dólares, pero la demanda minorista de dólares ha crecido con la salida del cepo en un 60%. El Banco Central acordó con el FMI que debía acumular reservas en $5.000 millones de acá a junio, y no solo no lo consiguió, sino que perdió. En junio, el FMI le debe desembolsar $2.000 millones más, aunque el Gobierno no está asustado porque sabe que el Fondo se los va a dar».