El economista, doctor en Cs. Sociales e investigador de la Universidad Nacional del Sur, Francisco Cantamutto analizó la disparidad entre las dos realidades argentinas: una parte se reactiva y la otra espera.
Ver distintas realidades no solo pasa en Bahía Blanca, ocurre en todo el país, es una situación generalizada en un modelo económico que no logra dar respuesta a las realidades.
Incluso el propio intendente, Héctor Gay, hizo alusión a esta dicotomía local, explicando que «no es la misma Bahía de la periferia, que a la del centro«, en la presentación que se realizó la semana pasada de la Red Sur Bonaerense, proyecto que pretende generar inversiones para concretar emprendimientos, ampliación de gama de productos y de cadenas de valor en dicha región de la provincia.
La presentación se llevó a cabo en el salón de actos de la Asociación de Cooperativas Argentinas de Bahía Blanca y contó además con la presencia de autoridades de instituciones públicas y privadas de los sectores académico, científico, productivo, político e institucional.
Sin embargo, en Total Normalidad, el economista y doctor en Cs. Sociales resaltó que «hay un dato importante; nos falta mucha información sobre como interviene y actúa el municipio a nivel local. Si bien Bahía ha mejorado los datos, falta todavía. Esto contribuye a construir la realidad local».
Para Cantamutto, ya es hora para sentar las bases de una nueva forma de pensar el modelo económico actual: «Es cierto que la economía argentina está creciendo, también mejora el nivel de empleo, estamos exportando más, pero todo eso no se traduce en una mejora constatable para las mayorías».
Así como el crecimiento de los precios está tornando cada vez más critica la situación económica de los consumidores de menores recursos, «hay muchos sectores de altos ingresos que no pagan impuestos como los sectores de a pié. En la Argentina el grupo que tiene sectores con impuestos regresivos como el IVA son el doble de lo que sucede en los países desarrollados, entonces lo que deberiamos hacer entonces es cobrar más sobre los sectores que más tienen».
El crecimiento de los precios está tornando cada vez más critica la situación económica de los consumidores de menores recursos, «el salario promedio está por debajo de los 80 mil pesos. Es un salario que si tenes que alquilar se te van, no menos de 30 mil pesos para que habite una familia, la canasta básica del CREEBBA son casi 15 mil pesos por persona».
En este sentido, insistió en que «debe existir un Estado que le cobre más a los que más tienen y lo redistribuya a los que menos tienen», ya que, son los hogares de menores ingresos, que tienen que arreglárselas con menor poder adquisitivo ante la incesante suba de precios.
Por otra parte, el economista explicó que «los hogares durante la pandemia se endeudaron para pagar servicios cotidianos, ahora hay que ver si en la recuperación que estamos viendo se va a reflejar. La mejora central tiene que venir en la mejora salarial. Mucho consumo se hace a través de la toma de deuda», concluyó.