La licenciada en nutrición y co-coordinadora de Salud de Sociedad Argentina de Nutrición y Alimentos Reales (Sanar), Florencia Guma, habló acerca del estado de la Ley de Etiquetado, que se encuentra demorada en el Congreso. A la vez, alertó sobre la industria de alimentación y las «trabas» que el sector ha generado para estancar la aprobación de la norma.
La oposición de Juntos por el Cambio de la Cámara de Diputados decidió este martes no asistir a la sesión especial convocada para este mediodía por el oficialismo para debatir, entre otras cuestiones, la ley de etiquetado frontal, por lo que fracasó el intento de sesionar del Frente de Todos, que reunió 122 diputados, siete menos de los requeridos para alcanzar el quórum reglamentario.
En tanto, Guma opinó: «Juntos por el Cambio tiene muchos referentes del proyecto y en el momento de dar apoyo no lo hicieron y eso no lo esperábamos sinceramente, fue una gran desilusión».
¿Quién puede estar en contra de que estemos de que estemos informados? preguntó y agregó que, «el tema es el desconocimiento, yo creo que un consumidor más empoderado puede decidir mejor. La evidencia de otros países nos indica que hay un cambio en el patrón de consumo con la información», aseguró.
«Esta Ley nos trae derecho a informarnos y a una alimentación saludable».
A fines de octubre de 2020, la Cámara de Senadores de la Nación dio media sanción al proyecto de Ley de Etiquetado. La iniciativa, presentada por Julio Cobos (Cambia Mendoza) y Anabel Fernández Sagasti (Frente de Todos), busca que las empresas alimenticias indiquen en la parte frontal de sus productos si tienen alto contenido en azúcar, sodio y grasas, entre otros componentes.
El proyecto busca garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada a través de la promoción de una alimentación saludable, brindando información nutricional simple y comprensible de los alimentos envasados y bebidas analcohólicas. También, en el caso de los productos con edulcorantes, debe contener un escrito que advierta inmediatamente cuáles son los componentes que contiene el producto.
«Una de las cosas que protege a esta ley es que, si el producto tiene un sello, no puede tener personalidades reconocidas, futbolistas, colores, y esto, de alguna manera, frena a los productos procesados. A veces los chicos compran algo por el dibujo que contiene y no por el producto en sí. El estado debe apoyar la regulación y la educación alimentaria», aseguró la licenciada.
En esta línea, aseveró que dicha ley lo que propone es educación alimentaria, «hoy 4 de cada 10 adolescentes tienen problemas alimentarios«, finalizó.