Florencia González psicóloga

Las consecuencias de la pandemia de Covid-19 se verán también a largo plazo si de salud mental se habla. No solo la población general, sino ciertos grupos vulnerables están más propensos al burnout, la enfermedad mental, la depresión, el estrés y el insomnio. 

La psicóloga y docente de la Facultad de Psicología de la UBA, Florencia González, opinó que a la presencialidad «se la relaciona o se la vincula con el concepto de nueva normalidad, y yo pongo un signo de interrogación ahí».

«Hay mucha gente vacunada, los bares están abiertos, nos vamos reencontrando y ¿con qué cuerpo uno se incorpora a esos distintos escenarios presenciales?».

La virtualidad abre paso a la presencialidad y ello implica una readaptación que tendrá algún costo

«En este contexto esta bueno ir pensando paulatinamente como uno se va incorporando a distintos escenarios presenciales. Y esta idea de nueva normalidad nos deja un poco raros, porque de un día para el otro los vínculos cambiaron, como las relaciones con familiares y amigos», dijo

Las pérdidas, tanto en vidas como en relaciones, aún no parecen tener final, ya que, ante la incertidumbre, la nueva zona de confort se ubicó entre cuatro paredes.

Ante este nuevo panorama, la psicóloga, Florencia González, agregó: «Hay mucha gente vacunada, los bares están abiertos, nos vamos encontrando y me pregunto, ¿con qué cuerpo uno se incorpora a esos distintos escenarios presenciales?».
En tanto, continuó: «No se si se puede hablar de síndrome post pandemia porque la pandemia no terminó y no podemos vaticinar tan a futuro, si podemos preguntarnos como encontrar ese entremedio. Yo pensaría en dos grandes grupos: los que están desesperados por salir de sus casas, retomar lo presencial y aquellos que, al contrario, se armaron una suerte de bunker en sus casas. Son dos grandes grupos. Hay que ir viendo cada uno con que cuerpo enfrentamos las situaciones presenciales».

«Nadie sabe cuándo termina la pandemia, y esa incertidumbre está muy asociada con estados de intranquilidad, ansiedad, miedo, pánico, trastornos del sueño».

Por otra parte, se la psicoanalista planteó que “hay algunas personas que no quieren saber nada con volver a la vida habitual, que tenían antes de la pandemia. Además de los que no quieren, están los que tampoco creen que se pueda volver a la rutina tal y como la conocían”.

 

Antes de concluir recomendó no dejemos de escuchar nuestro propio cuerpo. «Si hay algo que nos hace ruido, que nos angustia, no dejemos de hacer consultas a algún terapeuta para ordenar un poquito en que situación nos encontramos».

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