Fernando Savore titular de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires
El Gobierno publicó este miércoles en el Boletín Oficial la Resolución 1.050/2021 a través de la cual se retrotraen al 1 de octubre y se congelan hasta el 7 de enero próximo los precios de unos 1.432 productos de consumo masivo.
La decisión fue tomada en el marco de la ronda de negociaciones impulsada por la Secretaría con todos los actores que integran la cadena de producción y comercialización de los diversos rubros que conforman la canasta anunciada.
El presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), Fernando Savore, manifestó su “incertidumbre” ante el anuncio de congelamiento de precios.
Tras remarcar que sus representados son “el final de la cadena”, indicó que todo “comienza con el fabricante, sigue con los mayoristas y termina en nosotros. Somos un espejo del mayorista y en función de su precio le ponemos nuestra rentabilidad”.
En este sentido, el también vicepresidente de la Confederación General Almacenera señaló que «ahora debemos controlar cuánto cuesta el producto y el precio al que lo tenemos que vender y de ahí ver cuál es nuestra rentabilidad».
Asimismo, pidió que las autoridades hagan un seguimiento de todos los comercializadores de productos para identificar dónde se generan los aumentos: “Cuando se quiere evaluar la cadena que parece un universo tremendamente gigante, estamos hablando de tres actores: los monopolios, el mayorista y los almacenes”.
«Queremos que se terminen los aumentos abusivos de precios que han puesto los monopolios de alimentos. Las realidades son distintas, el hipermercado le compra al monopolio y nosotros a las distribuidoras», enfatizó el titular de la FABA.
Fernando Savore consideró que “lo justo sería sentarnos con la secretaria de comercio, mayoristas y discutamos rentabilidades».
Por último destacó que su sector se ha adherido todo programa de billetera virtual, tarjetas, mercado pago, entre otras. «Antes de empezar la pandemia nuestros comercios estaban más o menos en el 15% de la venta con dinero plástico, lo demás era efectivo. Sin embargo, ahora estamos arriba del 50% con estos medios de pago», concluyó.