Tras la publicación del Decreto 447/2025 en el boletín oficial, se oficializaron una serie de modificaciones en la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. Según indicaron, además de los cambios en la estructura interna del organismo, llevarán adelante un trabajo más relacionado con la obtención de fondos privados para financiar investigaciones.
Fernando Peirano, ex presidente de la Agencia Nacional I+D+i, afirmó que «en un decreto que trae consecuencias y cambios importantes. Estamos hablando de una Agencia que tiene mas de 25 años, y es un pilar del distintivo sistema de promoción científica argentina. El cambio tiene una consecuencia práctica inmediata, además de cambios que pueden afectar el rol de la Agencia a futuro. El primero es que cambia la estructura de la agencia, que antes era colegiada con un presidente y 10 vocales que buscaban tener un equilibrio entre las disciplinas, paridad de género y representación federal. Con este decreto, la Agencia pasa a estar gobernada por un comité directivo de cinco miembros, haciendo que el poder de decisión se concentre en pocas manos, siendo decisiones que tiene implicancias en el día a día de más de 25.000 investigadores y 100 instituciones».
— Agencia I+D+i (@agenciaidiar) July 4, 2025
«Todo lo que se decide en la Agencia afecta al sistema científico en su conjunto. El presidente del organismo antes debía rendir cuentas al directorio, y ahora pasamos a un sistema donde este juego de pesos y contrapesos se disuelve; el Poder Ejecutivo pasa a tener un rol determinante y único, y se acallan las voces de la comunidad científica» Fernando Peirano.
A su vez, el ex funcionario destacó que «el decreto marca que la Agencia debe ordenar su sistema de evaluación interna, poniendo en un rol fundamental el retorno económico de las investigaciones que apoya. Si lo dominante es lo económico y no la exigencia académica, hay muchos proyectos importantes que no pasarán las barreras de investigación. Es una decisión que va en contra de lo que sucede en todo el mundo, haciendo desvanecer el equilibrio entre lo económico y lo académico. En este modelo, el capital privado aparece como sustituto de la inversión publica, y la Agencia deben sustituir su falta de presupuesto con inversión privada, afectando las que investigaciones se hacen en el país».
Finalmente, Peirano concluyó que «vemos que el Gobierno nacional busca generar una condición de férreo control sobre el sistema científico, sin olvidar que hay una intención consciente de disolverlo todavía sin éxito. Hoy el Ejecutivo busca controlar estas instituciones, lo que impacta en el día a día de científicos y científicas que están siento muy castigados desde lo salarial. A todo esto se suma un discurso público que se replica en redes sociales, donde se busca demonizar el rol de la investigación científica en nuestro país, negando su aporte a nuestra sociedad y poniéndolos bajo la lupa».