El 10 de marzo la Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción al proyecto que habilita al gobierno nacional a refinanciar el acuerdo con el FMI.
La iniciativa permite un refinanciamiento de la deuda de 45 mil millones de dólares que se tomó durante el gobierno de Mauricio Macri y fue aprobada con 202 votos a favor, 37 en contra y 13 abstenciones.
Las abstenciones y la mayoría de los votos negativos fueron emitidos por parte del Frente de Todos. Con estos números se profundizó la interna entre las diferentes fuerzas que componen al Frente en el cuerpo legislativo y el gobierno nacional.
El politólogo Facundo Álvarez analizó el escenario político en Ahí Vamos: «Hay varias cuestiones e interrogantes que se van a ir esclareciendo con el tiempo: lo primero es saber cuál es la magnitud real de la ruptura y cuál es el ritmo en que eso se contagia hacia el Poder Ejecutivo. En el Congreso la ruptura ya afloró, es una cuestión muy importante, no es un tema menor. Creo que siempre se puede volver atrás, sobre todo si hay incentivos y la pregunta es cuáles son esos incentivos para quedarse y cuáles son para romper«.
Álvarez también opinó sobre los motivos de la interna parlamentaria que tiene uno de sus primeros indicios en la renuncia de Máximo Kirchner a la jefatura del bloque de diputados, una renuncia que mostró el desacuerdo de La Cámpora con el proyecto de refinanciamiento de la deuda enviado por el gobierno.
«Lo que hay en el futuro es una expectativa electoral y el desempeño de un Frente de Todos que tiene el problema de los costos del ajuste».
«Más allá de la historia lo que queda claro es que la arquitectura de la coalición no aguantaba esta contradicción, por eso vemos la renuncia de Máximo a la jefatura de bloque y hay un tema con las coaliciones que son inherentemente inestables más en una tradición política como la Argentina, donde además el peronismo en su etapa kirchnerista practicaba esa hegemonía, entonces pasar de eso a un manejo de coalición es difícil. Fuera de las urgencias de la gente de a pie, se entiende porque en una coalición por definición todos se sienten mal pagos desde el momento que acuerdan«.
Si bien se comprenden los reclamos de algunas fuerzas que integran al FdT y marcan el desacuerdo, Álvarez propuso analizar: «¿Cuál fue la estrategia que pensaron los sectores que estaban incómodos con un acuerdo con el Fondo o directamente en contra? O vas al default este año y caes en los problemas que conlleva o desarrollás una estrategia que de alguna forma te permite ponerle condiciones al Fondo, lo que se ve de afuera es una especie de procrastinación sobre el tema. Le ganamos al macrismo, formamos un gobierno y ojalá que lo del Fondo no llegue nunca».
Con respecto a un posible punto de retorno de la interna, el politólogo opinó que «la propia existencia del FdT demuestra que los diálogos son posibles cinco minutos antes de que todo cierre, pero el punto está en los incentivos» y si en términos electorales, «el resultado de ir juntos o separados va a ser el mismo, lo que pasa a primar es el poroteo de la lista legislativa y las realidades provinciales».