Las Abuelas de Plaza de Mayo informaron formalmente este miércoles la restitución del hijo menor de los desaparecidos militantes Ana María Lanzilotto y Domingo Menna, que también es sobrino de quien fuera secretaria la institución, Alba Lanzilotto, y que calificó la noticia como un «volver a nacer» del nuevo nieto.
El primer piso de la sede porteña de Abuelas, el ya histórico recinto donde se acostumbra hacer las presentaciones, se vio una vez más colmado por las referentes de la institución, nietos restituidos, decenas de colaboradores, militantes de derechos humanos y por funcionarios nacionales, entre ellos, el secretario nacional del área, Claudio Avruj.
Poco después de las 13 y acompañados por una estruendosa ovación, accedieron al lugar Estela de Carlotto, acompañada por Alba y por el hermano del nuevo nieto, Ramiro Menna Lanzilotto.
«El no sospechó nunca. Nosotros teníamos un dato y se le acercó alguien de la Conadi (Comisión Nacional por el derecho a la Identidad). Y él dijo ‘Yo no tengo dudas, pero si les hace bien que vaya (a hacerme el examen genético), voy'», contó la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto.
Fue Carlotto quién leyó la historia de militancia Ana y «el gringo» Menna, militantes del PRT-ERP que desaparecieron en lo que la prensa de la época llamó un «exitoso operativo contra la subversión judeo-marxista».
Ana, quién fue vista por sobrevivientes en Campo de Mayo, habría dado a luz en el centro clandestino «Puente 12», donde mantenían secuestradas a embarazadas del ERP.
Alba Lanzilotto, que tantas veces presenció los anuncios de nietos restituidos sin poder encontrar a su sobrino, comentó que ella siempre «estaba alegre por rescatar la vida» y manifestó su emoción por la noticia que ahora la incluye como una de las protagonistas.
«Es como que los chicos resucitan o nacen de nuevo, que nace como tiene que ser, personas libres», agregó.
Por su parte, Ramiro, que había ingresado al lugar con el puño en alto y gritando el ya tradicional «presentes», a la hora de las declaraciones agradeció a quienes hicieron posible el reencuentro y a aquellos que «están cuidando» a su hermano «en este momento difícil».
«Es un logro de nuestra patria que se reconstruye en la identidad que se va sanando en el marco de una lucha por la emancipación. Vamos avanzando, vamos por mas justicia», señaló.
La presentación también tuvo sus dos momentos políticos bien definidos, el primero de ellos motivados por la pregunta de un periodista acerca de la presencia de Avruj y el segundo por un reclamo al ministro de Educación, Esteban Bullrich, respecto de la continuidad de los programas educativos que dan cuenta de los avances en materia de Derechos Humanos.
«Menos con los 5 (presidentes que ocuparon el cargo en diciembre de 2001) que no nos dieron tiempo, dialogamos con todos y con este gobierno también. Estamos preocupadas en relación a otros derechos humanos que hay que empujar para que se hagan cosas, pero la relación de Abuelas con el Estado, en este caso con el secretario Avruj es buena, es constante y permanente. Cuando tengo un problema, levanto el tubo y me atienden», señaló Carlotto.
El funcionario también dijo unos conceptos para manifestar la voluntad gubernamental de continuar con estas políticas, algo que fue respondido por un tibio aplauso y un «le tomamos la palabra» que surgió desde el público.
Entre el público también estaban los científicos del banco nacional de datos genéticos que viven con emoción cada restitución por ser una parte fundamental de la historia.
«Ella fue la que pegó el grito», comenta una de las personas del grupo en referencia a la investigadora que cotejó los datos genéticos que determinaron la filiación del nieto restituido.
Al igual que la mayoría de los presentes, la científica se adelanta a esquivar la fama del momento diciendo que es un logro del «equipo», uno de los términos fundamentales que explican que, a 40 años de las apropiaciones, la historia de esas personas vuelva a nacer.
Fuente: infonews.com