Los jefes de las dos CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, llamaron ayer a “reforzar la resistencia social contra el ajuste del Gobierno” tras un encuentro con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, en el que no consiguieron nada, y consideraron que “está todo dado” para confluir con la CGT en una huelga nacional “histórica”. El camino hacia una acción conjunta quedó allanado luego de que la CGT definiera que el próximo 23 de septiembre su Comité Central Confederal convocará a una medida de fuerza. Pablo Moyano, secretario adjunto del gremio de camioneros, comparó a Mauricio Macri con Carlos Menem y adelantó que propondrá un “paro para el mes de octubre” (ver aparte).
La reunión con Triaca la había solicitado Micheli. Al día siguiente de la Marcha Federal contra el ajuste que reunió a miles de personas en Plaza de Mayo, a la que le atribuyó “tintes políticos”, el ministro anunció que concedería la audiencia. El líder de la CTA Autónoma invitó entonces a Yasky a sumarse al encuentro con la CTA de los Trabajadores, un hecho que desde las dos centrales fue remarcado como una muestra de la fortaleza de la unidad entre ambas.
Como la semana pasada con la CGT, Triaca se mostró muy cordial, pero no dio respuesta a ninguno de los pedidos que le hicieron. La reunión no duró mucho más tiempo del que necesitaron los sindicalistas para plantear sus demandas.
“Nos fuimos con las manos vacías”, sintetizaron los dirigentes de la CTA a la salida de la reunión, en la que solicitaron un aumento de emergencia para los jubilados, la reapertura de las paritarias, la eximición del pago del Impuesto a las Ganancias en el medio aguinaldo y la firma de un compromiso de que no habrá despidos en el Estado. “Nos respondió que los jubilados tendrán ahora el segundo aumento del año y que las paritarias no va a hacer falta abrirlas porque la inflación bajó. Del medio aguinaldo nos dijo que habrá cambios por ley para el año que viene y de los despidos en el Estado afirmó sin ningún fundamento que si se cuentan en la Nación, las provincias y los municipios hoy hay más estatales que antes de los despidos de principios de año”, resumió un gremialista que estuvo con Triaca.
“Uno puede reconocer la amabilidad de los funcionarios, pero los trabajadores necesitan respuestas”, advirtió Micheli y vaticinó: “Si siguen las cosas de esta manera, no tengo dudas de que, en unidad de acción, la CGT y las dos CTA vamos a desembocar en un paro nacional”. También señaló que preferiría parar a fines de septiembre –los estatales de ATE convocaron a una huelga el 29– pero que esperarán lo que resuelva la CGT. “Por una semana más o menos, no vamos a romper la unidad en la acción que los trabajadores nos han pedido que construyamos”, dijo Micheli.
Yasky coincidió en que “el diálogo solo no alcanza” y sostuvo que “el Gobierno no puede apostar a que la inflación baje enfriando la economía, haciendo caer los salarios y destruyendo el poder de compra”. “Está todo dado para el paro nacional de todas las centrales que va a ser histórico y va a marcar la línea divisoria a partir de la cual la resistencia social del ajuste va a ir a fondo hasta que el Gobierno entienda que hay que cambiar”, analizó.
De eso hablaron más tarde los principales dirigentes de las CTA con referentes de movimientos sociales, a quienes recibieron en la sede de la central sindical de la calle Lima al 600. Del encuentro participaron representantes del Movimiento Evita, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, los mismos movimientos que el último miércoles estuvieron con dirigentes de la CGT.
Además de ratificar la movilización contra el tarifazo el próximo viernes cuando se realice la audiencia pública por la suba del gas, la CTA y esas organizaciones sociales acordaron trabajar en conjunto. “Quedamos en unificar todas las convocatorias y fortalecer un frente de lucha unificado, porque es el único camino que nos deja el Gobierno”, explicó Yasky.
Fuente: pagina12.com.ar