El presidente del Senado de Bolivia, José Alberto “Gringo” Gonzáles, encabezó una comitiva que se reunió con el vicecanciller. El embajador argentino dijo que Macri invitó a Evo Morales a ver el superclásico en abril. En Bolivia continúa la desconfianza.
“Y sí… ahora nos quieren hacer creer que está todo bien, pero mire lo que dice el diario de hoy”, dijo don Erasmo Apaza y señaló el titular del diario Página Siete de ayer: “Migración argentina comenzó batidas en zonas de bolivianos”. “Con el tiempo nomás vamos a ver si fue un error de comunicación, como le dicen, o si realmente no nos quieren tener más en ese su país. Como sea, sepan que durante años los bolivianos fuimos a dejar nuestra fuerza de trabajo para que los argentinos se queden con la riqueza.” Don Erasmo es jubilado minero y tiene más de 60 años, una edad a la que pocos llegan en ese oficio. Con su marxismo de bocamina, expresó un sentimiento bastante común en calles y mercados: el daño ya está hecho. Aunque Mauricio Macri invite a Evo Morales a dos superclásicos, la sensación de “¿Qué se creen estos argentinos?” ya atravesó a aquella parte de la población que se mantiene informada sobre este conflicto.
“Ha sido una reunión positiva. Se ha manifestado, claramente, que el objetivo de estas modificaciones (en la Ley de Migraciones) es el de luchar contra la delincuencia y de ninguna manera tiene que ver con una persecución, hostigamiento o un intento de estigmatización en contra de los ciudadanos bolivianos”, indicó el presidente del Senado, José Alberto “Gringo” Gonzáles, al término de la reunión de la comisión que integra con el vicecanciller de Argentina, Pedro Villagra. “¿Entonces los mayores controles que nos hacen a los bolivianos en las flotas (micros) no es porque somos bolivianos, sino porque posiblemente somos delincuentes?”, preguntó con enojo don Erasmo.
Además del presidente del Senado, están en la comisión el ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico, y el viceministro de Comercio Exterior, Clarems Endara. Llegaron a Buenos Aires el domingo a la tarde y tienen programado quedarse hasta hoy, para entrevistarse sobre todo con ciudadanos bolivianos que viven en Argentina. En coincidencia con la llegada de esta delegación, el embajador argentino en Bolivia, Normando Alvarez, dijo que Macri invitó a Evo al superclásico que se jugará en la Bombonera en abril.
“Hemos sido contundentes. Hemos mostrado unas cifras a la autoridad, cifras oficiales, para cuando se habla de bolivianos y se los vincula fácil y graciosamente al tema del narcotráfico”, dijo ayer Gonzáles. “Lo que queremos evitar –señaló el legislador– es que un boliviano le saque la lengua a la señora que vende pan y lo echen.”
Gonzáles explicó que en el sistema carcelario de Buenos Aires hay aproximadamente 39.000 reclusos. De esta cifra, 190 son bolivianos, de los cuales apenas 14 están vinculados a causas de narcotráfico.
“Las cifras son elocuentes. El hecho de querer estigmatizar, vincular a la colectividad boliviana con narcotráfico es una injusticia, un exceso, un atropello”, dijo Gonzáles en referencia a las declaraciones de semanas pasadas de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Y ni hablar de las lindezas proferidas por el diputado Alfredo Olmedo referidas a construir un muro entre Argentina y Bolivia.
Los argentinos son unos alzados
En este país, como posiblemente en la mayor parte del mundo, los argentinos tienen fama de ser agrandados. En Bolivia al creído se le llama “alzado”. Además de este simpático prejuicio, ¿cómo nos ven ahora en Bolivia, cuando desde el mismo gobierno nacional se señala a su pueblo como esa “resaca” no deseada para esta Argentina moderna, que pretende desentenderse de los pueblos ancestrales de esta tierra, desde hace pocos siglos llamada América?
En las calles aún se comentan con extrañeza las decisiones del gobierno macrista para con la población migrante. Esto ocurre en un país donde es difícil encontrar a alguien que no tenga familiares viviendo (trabajando) en Argentina. “No puedes estigmatizar a la gente boliviana, peruana o paraguaya como narcotraficante. La gente que va a Argentina va a buscar laburo, sean ilegales o legales: buscan mejores condiciones de vida. No se puede decir que porque son bolivianos son delincuentes. Los narcos son gente con guita, que van a superar cualquier decreto que exista. Que se marque así a la gente es injusto”, dijo Luis Rojas, economista y vecino de Cochabamba.
“El de Macri es un gobierno antipopular, sus medidas de ajuste económico son realmente fuertes. Por eso más que seguro va a haber levantamientos populares. Y por eso ahora el macrismo debe buscar chivos expiatorios, decir que ‘los culpables son bolitas’. Pero el aporte de nuestros cuates laburantes es grande en el PBI argentino”, sostuvo don Luis, cuya madre, de casi 90 años, nació en Tucumán.
“Creo que el presidente Macri es una persona que está muy ensimismada, es muy incapaz. Está buscando soluciones simplistas que solamente ayuden a tapar su complejo de inferioridad. Es chistoso, porque en estos días el gobierno de Donald Trump está quitando beneficios a los argentinos. Es lo mismo que cuando el perro manda al gato (se refiere a Macri, figuradamente) y el gato manda al ratón. Trump está cortando acuerdos con Argentina y Macri elige meterse con los que cree inferiores, porque sabe que no puede meterse con el perro. En su mente se dice: ‘Se lo voy a hacer difícil a los bolivianos porque Trump me lo está haciendo difícil a mí’. Es chistoso, pero más denso está para los argentinos, que tiene a una persona tan incapaz e inepta en el gobierno”, dijo Lucía Torrico, que vende frutas en el mercado de La Cancha.
Fuente: pagina12.com.ar